LA CITA. La luz de Basquiat
La calle, la opresión y el capitalismo eran temas recurrentes de sus obras. Salvaje e icónico, JeanMichel Basquiat pintó más de mil cuadros antes de morir, con 27 años. La Fundación Louis Vuitton expone parte de su prolífica obra.
Cuando entró en la industria del arte se manejaba en un limbo entre lo marginal y lo elitista. Salvaje, auténtico y con una personalidad disruptiva, Jean-michel Basquiat es uno de los diez artistas por cuyas obras se ha llegado a pagar 100 millones de euros. Su barrio del Bronx se convirtió en escenario e inspiración de sus pinturas. Allí mismo se inició haciendo grafitis, pero lo que comenzó como La misma mierda de siempre (traducción literal de SAMO, Same Old Shit), su pintada preferida durante algún tiempo pasó a ser el germen de una vocación que desarrolló hasta su muerte por sobredosis con tan solo 27 años. Descolocaban sus textos, a modo de mensajes o contraseñas cargadas de simbología, también sus figuras desproporcionadas e infantiles. Con todo ello creaba un espacio único y brutal en el que hablaba de racismo, desigualdad, capitalismo. "No escucho lo que dicen los críticos. No sé quién necesita a un crítico para averiguar lo que es el arte", dijo en alguna ocasión. Su ascenso fue proporcional a lo prolífico de su obra, comenzando a vender dibujos por 50 dólares para pasar a ganar en poco tiempo 250.000 por su primera exposición individual. Hoy, y hasta el 14 de enero, la Fundación Louis Vuitton alberga una exposición con 120 de sus obras, algunas de ellas nunca vistas en Europa.
Seguramente, algunas de sus obras tienen mensajes aún sin descifrar. Y es que el carácter y personalidad disruptiva de Basquiat hacía imposible
BASQUIAT INTRODUJO LA CONTRACULTURA DEL BRONX EN LA INDUSTRIA DEL ARTE
llegar a conocerle del todo aunque algunos como Andy Warhol, tuvieron la suerte de sentir de cerca el alma del joven artista. De hecho, su obra
Dos Cabezas ( 1982) pone fecha al comienzo de una fascinación mutua entre ambos mitos. La obra, presente en la muestra, introduce una serie de obras pintadas por ambos, como el tándem perfecto.
Una historia de la cultura contemporánea. Dicen que Basquiat era un pintor maldito. Su vida estuvo ligada al éxito, pero también a las drogas y la marginalidad. A día de hoy, el mundo del arte le sitúa al mismo nivel que Francis Bacon, Van Gogh o Picasso. Su obra le ha dado la inmortalidad y se ha convertido en un reflejo de la cultura contemporánea. "Era un hombre con mucho talento", dijo Madonna, con quien tuvo un romance antes de convertirse en conocida cantante. A lo largo de cuatro pisos, el edificio de Frank Gehry se llena de color y simbología, en un recorrido cronológico que descubre también su evolución personal y artística. Riding with Death (1988) fue una de sus últimas obras y un presagio de lo que ocurriría unos meses después.