Cumplir años te sentará cada vez mejor
El envejecimiento empieza a ser maleable. El envejecimiento dirigido, tendencia al alza en medicina estética, lo demuestra. “Permite prevenir y adelantarse a los estragos con métodos respetuosos con la dermis cuyo objetivo es mejorar, armonizar y embellecer. El envejecimiento dirigido busca la naturalidad, no un nuevo rostro. Nada de facciones en serie”, explica Mar Mira, cofundadora de la Clínica Mira + Cueto. “La mejor receta antiedad es prevenir”, sentencia Carmen Navarro. “Ahora se busca lo natural, por eso muchos clientes acuden al centro dos veces por semana. Su objetivo es reeducar la musculatura, ayudar a las células a que trabajen mejor y adelantarse a la papada o que las arrugas se pronuncien”, añade.
El amanecer de las máquinas. Hay varias razones que permiten hablar de envejecimiento dirigido: los avances en tecnología –máquinas que miden el grado de hidratación, colágeno, grasa, el tamaño de los poros, la profundidad de las arrugas y las manchas presentes y futuras– y un cambio en la mentalidad. “Un diagnóstico personalizado (Diagnóstico Multidisciplinar, 150 € en Mira + Cueto) que incluya historia clínica y médica, una entrevista personal sobre cuestiones objetivas y emocionales, una medición de los parámetros dérmicos y un estudio antropométrico es fundamental”, detalla Mira. En la nueva clínica Mira+cueto, recientemente renovada, es fácil sorprenderse: “El Diagnóstico Multidisciplinar, desarrollado por nuestra unidad de I+D, es posible gracias a instalaciones punteras: salas de imagen, un circuito informático que permite analizar los datos en línea y al instante, un software propio basado en el reconocimiento facial, máquinas como Dermalab Analysis, una tecnología de media y alta frecuencia que evalúa la tasa de hidratación, el ph, la melanina…”, detalla Mira. El aterrizaje del ecógrafo, con una longitud de onda especial, para el estudio dérmico ha supuesto un revulsivo: “Permite valorar anomalías vasculares e implantes: hay pacientes que no saben si la sustancia que les habían inyectado años atrás era absorbible o no; el ecógrafo nos saca de dudas”, dice.
A partir de los 25. La precisión es vital: “Se trata de personalizar al máximo. Se tiene incluso en cuenta cómo influye el movimiento, el rostro en quietud o en movimiento”, explica Mira. El perfil del paciente suele ser mujer: un 80% frente a un 20% de hombres. “La franja de edad es amplia, de los 25 a los 80 años. La nueva generación es muy consciente de las posibilidades médico estéticas”, añade la experta. Cada tratamiento es individualizado, pero suele requerir un plan de choque durante el primer año (un ritual cada tres meses), a partir de ahí, un mantenimiento semestral. ¿Y en qué consiste un protocolo de envejecimiento dirigido? A partir de los 25 o 30 años se previene e hidrata con mesoterapias de ácido hialurónico, vitaminas y minerales. Entre los 30 y 35, se estimula el colágeno con radiofrecuencia, a partir de los 40, fotorejuvenecimiento y a partir de los 45, hilos tensores a nivel médico. “Todos vamos a envejecer, la cuestión es hacerlo bien previniendo. La experiencia y sabiduría nos permite saber cómo va evolucionar un rostro e ir cuidándolo. Es como una casa que vas manteniendo con pequeñas reformas. Otro parámetro que consideramos es la armonía: vamos corri-
La medicina estética ya puede dirigir el envejecimiento para adelantarse a los estragos del paso del tiempo y burlar tus puntos débiles.
giendo desarmonías como ojeras, un entrecejo muy marcado o un mentón corto”, detalla Mira. También vigilan “la zona débil personal”. “Son puntos que van a evolucionar mal en el futuro”, explica. Una de las zonas que más sufre es la mirada: “También es de las más agradecidas, con prevención responde muy bien. La presoterapia para la mirada (en exclusiva en Carmen Navarro, 130 €) drena las bolsas, alivia la tensión muscular, aumenta la circulación e hidrata. Además, desestresa: estimula puntos de acupuntura, incluye un masaje vibrante y sonidos relajantes”, explican.
Rejuvenecer las células.
El envejecimiento dirigido es la filosofía de Nescens, firma suiza que acaba de aterrizar en España de la mano de Felicidad Carrera. Una de sus técnicas es la regeneración cutánea a nivel celular. “Esta firma se basa en la comprensión de los mecanismos moleculares implicados en el mantenimiento y la reparación de las estructuras de la piel. Sus cosmecéuticos concentran un gran número de moléculas activas surgidos tras años de investigación biomédica ( retinoides, antioxidantes, inhibidores de la glucosilación, péptidos, lípidos, polihidroxiácidos...). Su objetivo es adelantarse al paso del tiempo luchando contra los factores biológicos responsables de los cambios en la piel”, nos explica Leticia Carrera, directora del centro. Las enzimas mensajeras (130 €, en Carmen Navarro) y las células biointegrales activas ( 130 €, en Carmen Navarro) eliminan toxinas, unifican el tono, reafirman y recargan las células.
Ciencia para el día a día.
Se ha producido un cambio sociológico y psicológico: “El nuevo cliente demanda aniquilar el estrés, descansar y desconectar, y lo más importante, que esa relajación y descanso se reflejen físicamente. Por eso, el objetivo es educar, de nada sirve pasar cuatro días con la mente en blanco si después volvemos a una rutina de ansiedad. El fin es inculcar los beneficios antienvejecimiento de actividades tan simples como un paseo en bicicleta, un masaje kobido (aumenta la circulación, descongestiona y regenera, 100 €), dormir una siesta al aire libre o andar en un entorno natural, siendo plenamente consciente de los aromas, los colores y los sonidos”, explica Víctor Pimentel, Spa Manager de La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel. Prácticas como el Shinrin-yoku (una técnica japonesa que consiste en caminar por la naturaleza con los cinco sentidos, sin móvil, ni música y en silencio) son capaces asimismo de revertir el paso del tiempo y animar: estudios coreanos y japoneses han demostrado que el cortisol desciende en un 12,4 %, la actividad del nervio simpático en un 7%, y la presión sanguínea 1,4%.