la moda, los 60 y Joana
Tras años escondidas en cajas y fundas de negativos en el olvido, 88 fotografías dedicadas al mundo de la moda y disparadas por Joana Biarnés, se exponen por primera vez en el Puerto de Tarragona.
no dio tiempo a que la célebre fotógrafa de Tarrassa disfrutara de su exposición más glamourosa, Joana Biarnés, moda a pie de calle, que albergará el centro expositivo Tinglado 2, en el Puerto de Tarragona, hasta el 22 de diciembre. Reconocida fotoperiodista, fue la primera mujer que ostentó este puesto en nuestro país, cuyos reportajes para el diario el Pueblo, entre otros muchos medios, han pasado a la historia, legendaria fue la exclusiva que la catalana se marcó con la visita de The Beatles a esa España franquista con estética del No-do. Esta pionera de la cámara que consiguió hacerse un hueco de prestigio en bastiones masculinos como el del deporte, también revolucionó el mundo de la moda con su peculiar y transgresora manera de captar su esencia y rebelión social.
El origen de la exposición se remonta a 2009, cuando el comisario Josep Casamartina i Parassols vio publicada en el catálogo Fotógrafas pioneras en Cataluña (Palau Robert, Generalitat de Catalunya, Barcelona 2005) unas fotografías muy impactantes de las riadas de Sabadell, Terrassa y Rubí del año 1962, en blanco y negro. Al lado, destacaba por otros motivos, la de una modelo vestida de manera estrafalaria al pie de un helicóptero, de 1967. Casamartina se rindió de inmediato ante la belleza y fuerza de esta última y realizó un primer acercamiento a la fotógrafa, que por aquel entonces residía en Ibiza dedicándose a su restaurante. No hubo suerte, Joana tardaría cinco años más en comenzar ese periplo por instantáneas repletas de fantasías fashionistas, de modelos rompiendo los códigos de la alta costura que hasta entonces regían las revistas de moda, de jóvenes diseñadores con el coraje de cambiar las reglas del juego como Mary Quant, Elio Berhanyer o el mismísimo Courrèges.
Las décadas del cambio. Todo empezó en 1959, cuando Pilar de Ávia, directora de la revista La Moda en España, editada en Madrid, pidió a Biarnés que cubriera las crónicas de la publicación, sobre todo las de la alta costura barcelonesa, las más relevante en esa época. La fotoperiodista comenzó
así a contactar con los máximos responsables de las casas más importantes en Madrid y Barcelona. En 1963, decide asentarse en la capital donde comenzaría su inestimable labor en el diario El Pueblo, convirtiéndose, no solo en cronista social o deportiva, sino también en testigo privilegiado de los avatares y la radical evolución que experimentaba el campo del diseño de moda.
De París a la calle Tuset. El año 1967 fue el de inflexión, la moda comenzó a cambiar en España gracias a la influencia de las corrientes francesas e inglesas. La calle Tuset se convirtió en la versión española de la londinense Carnaby Street, se abrió la discoteca Bocaccio en Barcelona y los drugstore –las galerías comerciales que no cerraban por la noche– que también se implantaron en Madrid y representaban la modernidad a ultranza. Fue la época de ir contra la rigidez de la costura entendida hasta el momento, de los pelos largos y de los conjuntos de rock, la psicodelia y la moda Adlib en Baleares. El joven Juanjo Rocafort fue uno de los modistos madrileños que captó mejor este momento, seguido por Antonio Nieto, representante de la generación situada entre la alta costura y el prêt-à-porter.
Pero Joana no se quedó en nuestras fronteras, viajó hasta París y Londres para inmortalizar el momento de esplendor de diseñadores icónicos como André Courrèges, Paco Rabanne o Mary Quant. Y decidió ella misma transgredir la fotografía de moda, desencorsetarla, sacar las modelos a la calle, descontextulizarlas de esos sofisticados sets tan alejados de la realidad. “Me gustaba que la gente de la calle dijera qué pensaba con la mirada”, comentó Biarnés en una ocasión al ser preguntada por este tema. No le dio tiempo, no, a volver a disfrutar de sus fotos, porque el pasado 19 de diciembre nos dijo adiós mientras preparaba esta exposición, en la que el glamour es protagonista.
“Me gustaba que la gente de la calle dijera qué pensaba con la mirada”