La ruta más personal de Jessica Lange
La actriz vuelve a su pasión, la fotografía, con un libro en el que recorre la ruta 61, el lugar en el que nació y donde recupera momentos, sensaciones y personas de su pasado y presente.
dice Jessica Lange que “la fotografía es una manera de ver el mundo desde el anonimato”, algo que no puede hacer habitualmente por su fama. Que detrás de la cámara se siente menos vulnerable y puede observar tranquilamente el mundo sintiéndose protegida. Tras varios libros y exposiciones de su trabajo, la actriz regresa con Highway 61 (editorial powerhouse Books) compuesto por más de 80 imágenes que revelan la profunda conexión entre la estrella de Hollywood y el lugar en el que nació, una de las carreteras más famosas e icónicas de Estados Unidos y que recorre el país de norte a sur siguiendo la estela del famoso río Misisipi. La ruta 61 fue la que vio nacer a Bob Dylan y, por supuesto, a Jessica Lange, un lugar lleno de recuerdos y donde la actriz ha viajado en múltiples ocasiones para inmortalizar con su cámara a sus habitantes, sus paisajes, sus negocios... y cómo el paso del tiempo ha hecho mella en todos ellos. La mirada ausente de un chaval en Nueva Orleans, una tienda de muñecas en Misisipi, un mural en Arkansas, un restaurante típico en el que desayunar o tomarse una hamburguesa en Misuri o el paisaje helado de Minesota. La actriz conoce tan bien ese lugar que capta la belleza de lo cotidiano, retratando a los personajes anónimos que se cruzan en su camino. En el
prólogo del libro, Lange lo explica perfectamente: “Yo nací en un pequeño pueblo al norte de Minesota, al igual que mis padres y hermanas. La mayoría de mi familia, desde tíos, abuelos o primos, pasaron toda su vida en ciudades que pertenecían a la ruta 61. Recuerdo que cuando era pequeña viajábamos para visitar a amigos, a disfrutar del Memorial Day o el 4 de julio. Y en ocasiones especiales íbamos a grandes ciudades como Mineápolis o St. Paul. Eso me hizo pensar que si hubiese nacido en una de ellas, mi vida hubiese sido totalmente distinta, con otra familia, de hecho no sería quien soy ahora, sino otra persona. Y mis sueños se hubiesen perdido”.
Retazos de una cámara. Jessica Lange estudió fotografía en la Universidad de Minesota y ganó una beca para estudiar Bellas Artes en 1967. También fue la primera en recibir el premio George Eastman House. Sin embargo, no fue hasta principios de la década de los 90 cuando comenzó a fotografiar de manera habitual, documentando sus viajes en fotos en blanco y negro. En 2008 lanzó su primer libro, 50 Photographs, y algunas de sus fotografías fueron publicadas por la revista Aperture en su edición de primavera de 2007. Después llegó otro libro, In Mexico, en 2010, y en 2013, lanzó It’s About a Little Bird, un libro ilustrado para niños que originalmente hizo para sus nietos y que mostraba 40 páginas de fotografías en blanco y negro coloreadas a mano.
Un recorrido inolvidable. Volviendo a Highway 61, Lange recuerda que en 1965 se compró su primer disco, Highway 61 Revisited, de Bob Dylan, quizá el más emblemático del artista y con canciones tan míticas como Blowin’ in the Wind y Maggie’s Farm. “Su Highway era totalmente diferente de la mía, pero la situó en el mapa. A los 18 años me fui de casa, cogí un bus rumbo al sur por la Ruta 61, me dirigía a mi nueva vida, lejos, en Europa. Hace poco volví a conducir por esa carretera de ida y vuelta desde Nueva Orleans hasta mi cabaña en el norte. Fue como volver a conectar con mi pasado y mi presente.
Sentí la soledad de mi niñez de nuevo, muchos de los tramos de la 61 están vacíos, abandonados, como si estuvieran de luto por alguna pérdida. Las ciudades, los vecindarios, las granjas familiares, los molinos o las fábricas. Incluso los centros comerciales han caído. Muchas tiendas han cerrado, los parkings están abandonados y llenos de malas hierbas. Mucha gente se ha marchado, creando una belleza fantasmal en sus despedidas. Algunos permanecen, quizá anhelando ese pasado vibrante pero reacios a abandonar ese lugar que para ellos es su hogar. Si como Roland Barthes dice, ‘cada fotografía es un certificado de presencia’, estas fotos son entonces una crónica de lo que presencié a lo largo de la Ruta 61. Ha sido un viaje largo, como envuelto en mi historia.”