LIZZO NO SE CALLA (y el mundo aplaude)
La cantante se ha convertido en un fenómeno en Internet por la manera en la que muestra su cuerpo, sin tapujos ni prejuicios. Ahora da el salto al cine interpretando a una exuberante stripper en la película Estafadoras de Wall Street, junto a Jennifer Lopez.
Cuando te amas a ti misma, todo se vuelve posible.” Esta frase resume a la perfección lo que se esconde detrás de Lizzo, la nueva estrella de la música rap que rompe todos los esquemas posibles y que dejó al mundo boquiabierto durante su actuación en los pasados MTV Video Music Awards (sí, donde Rosalía se convirtió en la primera artista española en ganar un premio en estos galardones). Subida al escenario con un body y botas de color amarillo, Melissa Jefferson, que es el verdadero nombre de Lizzo, interpretó dos canciones, Truth Hurts, de su recién publicado álbum Cuz I Love You, y Good As Hell, el sencillo con el que se dio a conocer en 2016 y que formaba parte de la banda sonora de la película Barbershop: The Next Cut. Un huracán de mujer y una voz poderosa que reivindica su voluminosa figura tirando por tierra los prejuicios que existen sobre las mujeres de talla grande.
¡Todas a la pista!
Con semejante talento no es extraño que Lizzo haya probado suerte como actriz y este mes estrena una de las películas más esperadas del año y favorita a los próximos Oscar. Se trata de Estafadoras de Wall Street, la historia real de un grupo de strippers que consiguieron engañar, a modo Robin Hood, a unos brokers millonarios. Todo empieza cuando Elizabeth ( Julia Stiles), una periodista de The New York Magazine, comienza a investigar y ellas verán peligrar su negocio por lo que deciden unirse más que nunca demostrando que su lealtad está por encima de la envidia y la avaricia. Es cierto que todo el protagonismo de Estafadoras de Wall Street se lo lleva Jennifer Lopez, lo cual es lógico ya que la diva latina borda su papel de Ramona, la cabecilla del grupo, y da un bofetón (en sentido figurado, claro) a todos aquellos que minusvaloraron su talento y sus posibilidades de ganar premios. A su lado, Lizzo, interpreta a Liz, una exuberante stripper que te dejará boquiabierta por su naturalidad sobre el escenario. “Me encanta mover el culo, y creo que las bailarinas de pole-dance están entre las mujeres más seguras y fuertes del planeta. Para mí fue muy importante representarlas en esta película”, explicó la artista durante la presentación mundial de la película.
Lo que digan los demás... Que tu primer trabajo en el cine haya sido junto a estrellas como Jennifer Lopez, Constance Wu o Cardi B no es algo al alcance de cualquiera. De Lizzo sí. “Reconozco que esta Lizzo está mucho más segura y cree en su confianza”, explica esta artista de 31 años. “Durante los últimos tres años, he estado trabajando en mí misma y aprendiendo a amar a la persona que soy. Cuando era joven hubo momentos que me hubieran derrotado por completo. En cambio, no solo pude sobrevivir, sino prosperar. Esta es la persona que en verdad quiero ser. Es una profecía autocumplida. Ciertamente encontré mi voz y ¡me encanta! Y me encanta mi cuerpo. Y me encanta hablar de sandeces, y es lo que estoy haciendo”, se ríe.
Mujeres empoderadas.“las
mujeres son valoradas, por encima de todo, por su belleza, y los hombres por su dinero, su
éxito y su poder. Las normas que rigen un club son las mismas normas que rigen el mundo.” Esta definición que hace Lorene Scafaria, directora de Estafadoras de Wall Street, resume perfectamente el carácter de empoderamiento femenino y libre de la película. Scafaria también tiene palabras maravillosas hacia Lizzo, a la que califica de “artista increíblemente talentosa”. “Escribí el papel de Liz para ella, en concreto en una escena en la que lleva una flauta, para que no hubiera dudas de a quién quería en ese papel. Lizzo es sinónimo de alegría, y ese mismo tipo de alegría es lo que yo quería para las escenas del club.” Y es que, para quienes no lo sepan, la artista toca la flauta travesera, un instrumento que domina perfectamente y que estudió en el conservatorio y cuando sube a un escenario lo demuestra al mismo tiempo que intercala sin despeinarse el “bitch” (perra) de sus canciones, con el twerking. ¿Se puede pedir más?
La reina del escenario. Uno de los grandes desafíos de esta película, no solo para Lizzo sino para el resto del reparto, fue aprender a moverse y bailar como auténticas strippers. Incluso Lopez, una bailarina experta y que hace ejercicio todos los días, confesó que meterse en la piel de Ramona, su personaje, fue una de las cosas más difíciles que había hecho en su carrera. La ropa, los diseños y el contexto de la época juegan un papel fundamental en la configuración de los personajes y también en la narrativa. Para Lizzo, poder vestirse como una stripper fue toda una experiencia. “¡Fue un sueño usar ropa de spandex, mostrando el culo, con mallas, medias de red y pezoneras!”, exclama. Y es que el vestuario de las bailarinas, según explica Mitchell Travers, diseñador de vestuario de Estafadoras de Wall Street, tenía que ver con “la diferencia entre la forma en que las mujeres se visten para ellas mismas y la forma en que se visten para la mirada masculina”. Otra de las claves del éxito de Lizzo es cómo ha convertido su proceso personal de aceptación y autoconfianza en parte de su carrera. Y cómo se ha convertido en un icono del movimiento body positive, ese en el que modelos y actrices de talla grande salen en las portadas de revistas cada vez con más frecuencia. También, ese que ha hecho que firmas de moda organicen espectáculos protagonizados por ellas y donde la palabra diversidad sea titular destacado en los medios de comunicación. Así lo explica la propia Lizzo: “Sé que mi mera existencia es una manera de activismo, especialmente para la comunidad que lucha por normalizar el concepto body positive (...) y estoy orgullosa. Pero no soy el ejemplo de nada, solo hago música para sentirme mejor y si con ello puede ayudar a cambiar el mundo, fenomenal”. También, hace unos meses en la edición norteamericana de GLAMOUR, fue muy clara a este respecto. “Estoy bien. Soy solo yo. Solo soy sexy. Si vieras a Anne Hathaway en bikini en una valla publicitaria, no la llamarías valiente. Simplemente creo que hay un doble estándar cuando se trata de mujeres.”
Orgullosa de su cuerpo. Lizzo no solo lucha para que no la encasillen por tener un físico fuera de lo común. También ha hecho gala de una valentía al hablar sin censura de cualquier tema. Así se lo explicó a Billboard Magazine: “Cuando se trata de sexualidad o género, en verdad no me siento identificada con solo una cosa. No me puedo despertar y no ser negra, no me puedo despertar y no ser mujer, no me puedo despertar y no ser gorda. Siempre he tenido esas tres cosas en contra y porque lucho por mí misma, también quiero luchar por los demás”, aseguró. También se muestra muy activa en sus redes sociales donde en ocasiones aparece desnuda o semidesnuda, en una muestra al amor que siente por su cuerpo. “Me encanta ver las formas que genera mi cuerpo cuando me muevo”, dijo en una entrevista junto a la actriz Jameela Jamil dentro del proyecto I Weigh (yo peso).