Glamour (Spain)

NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDAS DECIR HOY

Sus sobres son una inspiració­n sin remitente pero con muchos destinatar­ios.

- TEXTO: BLANCA DE ALMANDOZ. FOTOS: ADRI CUERDO

Las ciencias sociales nos enseñan a clasificar todos los mensajes que no llegan a su receptor como comunicaci­ón fallida. Incluso antes de que existiera el doble check, reservábam­os para esas palabras que nunca llegaron a término el campo semántico del fracaso, del error, de la frustració­n… Con su proyecto Left Unsaid Jazmín Ducca las ha transforma­do en un discurso vivo, dinámico y muy visual en el que participan miles y miles de emisores y destinatar­ios a través de Instagram. Todo empezó con unas cartas anónimas dirigidas a sus primeros y escasos seguidores. En ellas, redactaba citas de autores al principio, y frases de sus amigos después. La idea era poner por escrito todo lo que alguna vez nos callamos y lanzarlo al mundo en un sobre arrugado. No tanto con la ilusión de que esa persona lo reciba –que también–, más bien con la catártica promesa de dejarlo salir. Como el mensaje en la botella de The Police, con la esperanza de que alguien, cualquiera, lo lea. Con letras mayúsculas y trazo desigual uno de los sobres reza: “Hoy me apetecía dormir contigo. Da igual cuando lo leas”. La caligrafía procede de esta fotógrafa e ilustrador­a nacida en Argentina que se trasladó a Getafe con solo 3 años. La frase, en cambio, no es suya. Le pertenece a la persona que nunca se atrevió a pronunciar­la, a la que jamás llegó a escucharla y a todo aquel que se pueda sentir identifica­do con su contenido. Dice Jazmín que ese sentimient­o de empatía es el que la motiva a seguir con el proyecto convertido en libro porque, reconoce, la constancia no es su fuerte. Desde su color de pelo hasta sus intereses, todo en ella es susceptibl­e de cambio salvo su pasión por el trabajo y por la música. Adora el K-pop sobre todas las cosas y cuando baila se olvida de todo y de todos. GLAMOUR: ¿Cuándo y cómo empezó Left Unsaid? ¿Y cuál era su propósito? JAZMÍN: Surgió una noche que me encontré con alguien que había sido muy importante para mí en el instituto. Al verlo, me surgieron muchas ganas de pedirle perdón, pero habían pasado tantos años que me pareció que estaba fuera de lugar. Estuve un par de semanas dándole vueltas a cómo habría sido todo si hubiera dicho lo que de verdad sentía en el momento. Aunque no sean cosas negativas, –pedir perdón, decir “me gustas”…– se quedan dentro y cambian por completo el rumbo de lo que hacemos o dejamos de hacer. Por ese entonces en Instagram tenía sobre todo mis fotos y cuando quería compartir alguna cita de algún libro o autor que me gustara, lo escribía en sobres porque me recordaba a mi abuelo. Él vive en Argentina así que siempre nos hemos escrito cartas. Pregunté a mis seguidores si les gustaría que compartier­a esas publicacio­nes con frases que ellos nunca hubieran dicho. Tenía mil seguidores y mucha gente me dijo que no, salvo algunos amigos. Pasado el verano, entre septiembre y octubre de 2018, me dije que lo haría con los mensajes de los amigos que me habían dicho que sí y ya está. No esperaba que se volviera tan masivo o viral, aunque lo agradezco mucho. De ahí empezó a crecer hasta lo que es ahora. GLAMOUR: ¿Cómo llegan los mensajes? JAZMÍN: Por email. Al principio, como quería que todo fuese anónimo y al tratarse de un círculo muy cercano a mí, no quería enterarme de cosas que no fueran conmigo así que utilizaba una plataforma que permitía recibir mensajes anónimos. Funcionaba muy bien porque no veía quién me escribía, aunque ahora tampoco presto atención a quién me manda los correos. Llegó un punto en que la plataforma recibía tantos mensajes que se colapsó. No podía acceder a los mensajes antiguos y me daba pena porque quiero que sea completame­nte aleatorio para que todo el mundo tenga las mismas posibilida­des de salir en el proyecto. GLAMOUR: ¿Qué decía el primer sobre? JAZMÍN: “Cuando rompí tu corazón, rompí el mío también”. GLAMOUR: ¿Nos dejamos sin decir más mensajes de amor o de dolor? JAZMÍN: En definitiva es amor lo que mueve a la gente a participar. Echarse de menos, pedir perdón, arrepentir­se de algo… Todo eso no nace de un sentimient­o de odio, sino de que hubo amor en algún momento. GLAMOUR: De todos los que nunca dijimos, ¿cuáles son los mensajes que más te emocionan? JAZMÍN: Los mensajes que van dirigidos a un miembro de la familia son los que más me gustan porque son los que más carga sentimenta­l llevan. No es que no crea en el amor romántico o las relaciones, pero al final creo que ese tipo de sentimient­o es más pasajero, pero tener algo que decirle a tu madre a la que ves todos los días… GLAMOUR: ¿Alguno en especial? JAZMÍN: Hay uno en el libro que dice: “Sigo viva por ti, mamá”. No sé si venía con su historia, porque muchas veces los mensajes traen contexto, pero ese lo recuerdo siempre. Más que porque esté en el libro, porque a mí me tocó muchísimo. GLAMOUR: ¿Cuál suele ser la reacción de la gente cuando compartes sus mensajes?

JAZMÍN: Normalment­e muy positiva, de agradecimi­ento. Algunos me envían historias de cómo le han enseñado una carta a su pareja y han podido hablar las cosas. O me mandan una foto del sobre que le han enseñado a su abuela y que ha hecho que recuperen su relación. Cosas como estas me animan a seguir con el proyecto. Me cuesta mucho ser constante –un defecto muy grande que tengo–, pero quería que el proyecto fuera a largo plazo y uno de los motivos por los que sigo haciéndolo es por ese tipo de mensajes. Porque veo que a la gente le gusta o le ayuda o que ha aportado algo a su vida, por pequeño que sea. Solo eso ya hace que valga la pena. GLAMOUR: Además de la fotografía y la música, ¿qué otras cosas te mueven? JAZMÍN: Libros, cine, series… A mí lo que más me inspira es la gente que tengo alrededor. Tengo suerte porque considero que, tanto mi familia como mis amigos, son personas muy creativas y que me aportan mucho. GLAMOUR: Háblame del K-pop ¿qué, cómo, cuándo, por qué? JAZMÍN: Hoy justo estamos histéricas (mira el móvil), porque han anunciado la gira de 2020 y estamos todas en el grupo de Whatsapp como locas. Hace tres años o así, estaba estudiando japonés y en la escuela también enseñaban coreano. Nunca antes me había llamado la atención, pero me gustó cómo sonaba el idioma. Soy muy curiosa y, además, seguía a un par de ilustrador­as por Instagram que escuchaban K-pop. A principio solo lo escuchaba como música de fondo, sin prestarle mucha atención. Un año después, cuando ya había dejado japonés, pasé a consumir mucho más contenido en coreano. El primer grupo que escuché fue Exo y es curioso porque el primer grupo del que de verdad fui fan y lo sigo siendo es BTS, aunque escucho un poquito de todo. GLAMOUR: ¿Cuál es la mayor locura que has hecho como fan? JAZMÍN: El año pasado fui a verles a Londres. Como fan no soy de hacer muchas locuras, pero anunciaron la gira y aunque en principio no iba a ir escribí a una amiga: ¿y si vamos? Compramos las entradas y nos quedamos un par de días allí en casa de otra amiga. Londres me gusta, pero es una ciudad que me estresa especialme­nte y con el concierto había el triple de gente. Todas fans, así que imagina el ambiente. Fue una experienci­a totalmente nueva, nunca había vivido algo así. GLAMOUR: Entonces, ¿ya tenéis próximo destino? JAZMÍN: Tenemos las esperanzas puestas en Barcelona aunque va a estar complicado… En parte es lo divertido. Creo que lo que más me gusta del K-pop son las amistades que me ha traído. He conocido a mucha gente en redes sociales gracias a que nos gusta la misma música. Con ellas puedo compartir ese sentimient­o que a lo mejor otros amigos míos no entienden. GLAMOUR: ¿Sueles salir a bailar con tus amigas? Sí, siempre. Si salimos de fiesta salimos a bailar. No nos gusta salir a hacer Stories… Stories como plan… ¡Últimament­e lo veo mucho! Gente que se hace fotos quieta. Como mucho se mueven un poco para el vídeo. Mientras nosotras estamos por ahí bailando. Aunque también me gusta estar en casa o los planes tranquilos. Pero si salgo, salgo a tope. Tengo esos dos extremos… GLAMOUR: ¿Qué es para ti el baile? JAZMÍN:: En el mundo del K-pop es una parte muy importante del género hay mucha gente que se centra mucho en aprenderse la coreografí­a de los vídeos, pero como soy un poco torpe, a mí no me ha dado por ahí. GLAMOUR: ¿Cuándo fue la última vez que bailaste como si nadie mirara? JAZMÍN: Hago algo que es que si veo que no me puedo dormir, me pongo a bailar un rato… GLAMOUR: ¿Y qué música escuchas en casa? JAZMÍN: La gente piensa que solo me gusta el K-pop, pero igual esta semana he estado escuchando tango argentino. Depende de la racha tengo distintas playlists según lo que me apetezca. Para trabajar o estar tranquila suelo preferir una película o series que pueda tener ahí de fondo. Normalment­e que ya haya visto, claro. Con la música siento que me concentro más en lo que estoy escuchando. En Spotify, mis listas de reproducci­ón tienen nombre de chica e imagino cómo sería cada una ellas como en una novela. Qué aspecto tiene, qué música escucha, de qué viene su nombre… Según el personaje, creo una playlist con un nombre y un estado de ánimo distinto. GLAMOUR: ¿Quién es tu chica favorita? JAZMÍN: Tengo una que se llama Delilah de folk y acústico y creo que es la que más escucho. GLAMOUR: ¿Cuál es TÚ canción? JAZMÍN: Skinny Love, de Bon Iver. La llevo tatuada. La encontré en un momento en que lo estaba pasando mal y cuando estoy de bajona la escucho y siento que me cura. No es que me haga sentir bien de pronto, pero me transmite una sensación muy cálida y me hace sentir bien así que siempre recurro a ella. Es como si me abrazasen. GLAMOUR: ¿Dirías que has cambiado mucho en estos últimos años? JAZMÍN: No lo achaco a nada en particular siempre he sido un poco así. No me preocupa, al contrario, cuando la

gente dice: “¡Cuánto has cambiado!”. Siempre pienso: “Y menos mal…”. Me gusta evoluciona­r. Estos dos últimos años gracias a interactua­r con tantas personas he cambiado mucho. Antes tenía ansiedad social, me daba pánico todo, a lo mejor incluso esta entrevista me habría dado miedo. Pero lo he ido venciendo poco a poco… He notado que he crecido y madurado en muchos sentidos. GLAMOUR: ¿Y el pelo? ¿Por qué rosa? JAZMÍN: Siempre he tenido el pelo de colores. Llevaba una racha con el pelo normal, que no era lo normal en mí. Siempre lo he tenido desde los 16 años hasta los 21 de color rojo, verde, morado, la mitad de la cabeza rapada… Pero me gusta tanto cambiar que pensé en un color distinto que no hubiera llevado nunca. GLAMOUR: Si pudieras viajar en el tiempo, ¿hay algo que le dirías a la Jazmín del pasado? JAZMÍN: Que no se preocupe tanto. Cuando ahora me pasa algo intento pensar que si algo ha salido mal es porque otra cosa va a salir mejor. Con el tiempo me he dado cuenta de que todo acaba saliendo más o menos bien, hay que tener paciencia y trabajar por ello, pero intento tirar hacia adelante y me esfuerzo por ser positiva. GLAMOUR: ¿Cómo estás viviendo todo lo que te ha pasado? JAZMÍN: Lo acepto todo como viene, lo agradezco y me lo tomo todo de la forma más natural posible. Prefiero estar tranquila con ello para disfrutarl­o porque si estoy muy nerviosa o eufórica no lo disfruto. Eso en los conciertos me pasa mucho. Entro en un estado de tanta felicidad que después me olvido de cosas… GLAMOUR: ¿Y eso es malo? ¿Dirías que es mejor ser feliz en el momento o en el recuerdo? JAZMÍN: En parte es malo porque no guardas un recuerdo claro de lo vivido. Es bonito porque conservas la sensación y muy pocas cosas consiguen emocionart­e tanto como ver a alguien que te gusta en directo. Pero me ha pasado de olvidar que han tocado una canción en particular… ¡Y yo estaba ahí!

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