'ROAD MOVIE' A 2015
El futuro será esto.
Un hombre ha roto los esquemas masculinos del siglo XXI: Christian Grey. Resulta que lo que llevábamos años buscando las mujeres en nuestro imaginario lúbrico era un tipo guapo, multimillonario, que pilote helicópteros y toque el piano como Mozart, que domine idiomas como si trabajase en la ONU, elija nuestra ropa interior y nos provoque, como mínimo, cinco orgasmos diarios. Resulta que no buscábamos un príncipe azul, sino un príncipe con traje y un salón rojo del dolor oculto entre bastidores. O eso es lo que dicen las cifras: Cincuentasombrasdegreyha vendido más de 100 millones de copias y se ha convertido en un fenómeno capaz de superar los Arestomomentumde Harry Potter. ¿Pero realmente queremos un Christian Grey en nuestras vidas? No. Christian Grey no es un hombre, es un holograma, un producto de ficción capaz de plegar el espacio-tiempo, una suerte del Matthew Mcconaughey avanzado en Interstellar que aspira a salvar a la humanidad pero, lo más importante, a nosotras mismas. Y una mujer en 2015 no busca que nadie la salve, ni busca depender de nadie para conseguir su redención. Lo que busca es un hombre real que, efectivamente, viva en 2015 y sea capaz de mantener una relación sana, sin convencionalismos, ni prejuicios sexistas. Sí que sigue existiendo esa predilección por el sujeto que desprende testosterona, al igual que sigue existiendo ese deseo primigenio por la femmefatale,pero la virilidad no debe colisionar con la sensibilidad. De ahí la aparición de nuevas especies urbanas como lo lumbersexual:un hombre con barba (la barba es clave), amante de la naturaleza, que sepa construir una mesilla de madera de cedro y conozca qué hierba aromática le quedaría mejor a ese pollo que estás horneando (Jordi Cruz como ejemplo). Un hombre que recupere la masculinidad tradicional usurpada por los metrosexuales pero sin llegar a ser un boyscout.alguien que se fije más en lo externo que en su propio reflejo en el espejo. Pero sobre todo, lo que busca la mujer de 2015 es un hombre que sea capaz de cautivarla empezando por lo más importante: el intelecto. Porque es ahí donde empieza todo. Porque vale más un juego de palabras que provoque risa en el momento justo que cualquier paquete… de lencería.
¿Qué buscan las mujeres en 2015?