Visto y no visto
Por Vicente Gallart –
HACE 30 AÑOS, la pasarela de París se vio sorprendidaporlallegadadeungrupodediseñadores japoneses que, literalmente, cambiaron las reglas del juego. Influidos por la actitud punk y entregados a un discurso vanguardista sin contemplaciones, el trío formado por Issey Miyake, Yohji Yamamoto y Rei Kawakubo, de Comme des Garçons, revolucionaron un panorama que estaba esclavizado por los logos ylastendencias pasadas de rosca. Sus firmas continúan en activo manteniendointactassuspropuestasrompemoldes y ellos se han situado ya en un discreto segundo plano que les ha mitificado todavía más. Estamos en 2015 y han tenido que pasar tres décadas para que una nueva generación de creadores made in Japan vuelva a sacudir la capital francesa con una visión de la moda totalmente aventajada. A los ya conocidos Junya Watanabe, Wooyoungmi y Miharayasuhiro hay que añadir un dúo formado por marido y mujer que, a través de sus respectivas firmas, han conseguido ser considerados los influencers más importantes del actual fashion system. Junichi y Chitose Abe son la pareja en cuestión. Mientras la segunda triunfa en los armarios femeninos con su firma Sacai, el primero propone sus diseños a través del irresistible proyecto Kolor. Es la propuesta revelación de este año por sus prendas antiformales y por, como declara su responsable, "añadirle algo de sal y pimienta a la moda masculina, que buena falta le hace". Gracias a una amplia paleta de colores (en la imagen), una sorprendente gama de estampados y una gran variedad de tejidos y materiales que dejaron exhausto al público que abarrotó su desfile, Junichi Abe se ha revelado como el nuevo enfant terrible del menswear. Y lo ha hecho plantando cara al pesimismo reinante con una buena dosis de valiente creatividad que, la verdad, debería servir de ejemplo al resto.