SHAKESPEARE
Cuando en 2005 Lev Grossman calificó en Time Magazine a George R. R. Martin como "el Tolkien americano", el fenómeno de Juego de tronos era por entonces únicamente conocido por los seguidores del género fantástico. Pocos discutieron esa afirmación, limitándose a establecer paralelismos y divergencias entre ambos.
Para cocinar algo como Juego de tronos se precisan: personajes carismáticos, dioses y mitos, familias conflictivas, luchas por el poder, intrigas, sucesiones cuestionables, destierros, traiciones, puñaladas, veneno, orgullo, honor, traición, venganza, bufones, amor, celos, combates singulares y conflictos bélicos, ingenio, crítica social, crueldad, mucha sangre, decapitaciones, mutilaciones, asesinatos, ejecuciones y muerte… abundantes muertes.
Lamentablemente, todos estos ingredientes no sirven para una receta de Tolkien, pero sí pueden usarse para gran parte de las obras de Shakespeare, especialmente sus tragedias, con las que comparte un grado de coincidencia mayor del que comparte con el autor de El señor de los anillos.
Toda la crítica coincide en que la guerra de las Dos Rosas es una "referencia necesaria", pero no la histórica, sino la literaria, la proveniente del trato que dio a estos mismos acontecimientos Shakespeare en Enrique VI. En la obra, el enfrentamiento en
el siglo XV entre los Lancaster y los York culminó con una nueva familia reinante, los Tudor, que tuvo que justificar su derecho al trono por dudosas descendencias, tal y como Robert Baratheon hace en la obra de Martin tras derrocar a los Targaryen.
Coinciden ambos autores en el carácter amoral y no maniqueo que otorgan a sus personajes, disponiendo siempre de libre albedrío para hacer el bien o el mal, y pudiendo redimirse, degradarse o avanzar, pero enfrentando siempre, antes o después, las consecuencias de sus actos, previsibles o no. Usan también por igual al bufón como medio para jugar con el lector, usando su ambigua personalidad, entre la cordura y la locura, la comedia y la tragedia, para insertar crítica social o para ofrecer proféticas pistas sobre los acontecimientos venideros: Caramanchada nos adelanta en sus cantinelas la Boda Roja y la Batalla del Aguasnegras.
LAS MALAS DECISIONES
Martin ya ha hecho varias referencias a la influencia de Shakespeare, como en su autobiografía literaria Luz de estrellas lejanas: "Había leído a Shakespeare en los Maristas, aprendiendo bastante sobre la tragedia, por eso lo diseñé [al personaje de Argilac] con el rasgo trágico de la arrogancia, que sería el causante de su caída". En la serie hay una media de 14 muertes por episodio, incluyendo protagonistas. Esto ha hecho que HBO reciba múltiples quejas, por las cuales Martin salió a la defensiva con una carta abierta a sus seguidores en la que comparaba sus novelas con las obras de Shakespeare con frases como: "Mis personajes mueren por sus malas decisiones, guiadas por el orgullo, el honor y el ego"; "Shakespeare mata a más personas en tres horas que yo en cinco libros"; o "Macbeth hace que la Boda Roja parezca una despedida de soltera". Nos recuerda la obra de Tito Andrónico , en la que dos hermanos violan a una chica y le cortan las manos y la lengua para que no pueda delatarlos, para, a continuación, ser asesinados por el padre de la chica y usados sus restos para hacer una tarta que es ofrecida a la madre de los violadores.
Concluía su carta afirmando: "Shakespeare, ese sí que es un jodido psicópata".