TORMENTA DE IDEAS
¡Esta casa se mueve!
Como si de un gigantesco cubo de Rubik se tratara, esta casa situada en Teherán (Irán) está formada por varias piezas giratorias. Las habitaciones de Sharifi-ha –así se llama el chalecito– se encuentran sobre una suerte de platos giratorios (como los de un tocadiscos) que les proporcionan una movilidad de hasta 90º, recurso que utilizan para sacar rédito del cambiante clima iraní: durante el día se despliegan para aprovechar las horas de luz y de noche se repliegan para conservar el calor y contrarrestar el frío del exterior. "El desafío técnico más difícil al que nos enfrentamos fue la disposición de los engranajes, ya que teníamos que evitar que se crearan burbujas de aire cuando las cajas estuvieran en movimiento", asegura el arquitecto Alireza Taghaboni, socio del estudio que diseñó la casa: Nextoffice. Para conseguirlo tuvieron que envasar al vacío cada habitación giratoria (de las siete alturas de las que dispone la casa, solo las tres primeras se mueven) colocando implantes de silicona en las aperturas y en las juntas. El mecanismo de rotación, asimismo, corrió a cargo de la empresa alemana Bumat, compañía habituada a realizar este tipo de instalaciones… en salas de teatro.
Además de optimizar recursos energéticos y de evitar pérdidas, los cubos alteran el espacio disponible, ya que la terraza crece o decrece en función de la posición en la que esté colocada la habitación. En el supuesto de que el habitáculo se encuentre suspendido sobre la calle (sobresale hasta tres metros en total), unas bisagras dispuestas bajo baldosas actúan como pasamanos de un balcón venido a más.