MANUAL GQ Seducción sobre dos tablas
Bridgetjoneshizo mucho daño al esquí. Bueno, en realidad hizo mucho daño al mundo en general, pero en lo que afecta a los deportes de nieve en concreto, la segunda entrega de la franquicia basada en las novelas de Helen Fielding presenta esta actividad como una mezcla entre una tortura vietnamita y una práctica descabellada parecida a lavarte los dientes con agua del Ganges. Al contrario de lo que se cuenta, el esquí es un deporte idóneo para consolidar relaciones sentimentales que, como es costumbre, comienzan como un vertiginoso fuera de pista de desenfreno sexual, pero luego pueden derivar en un cómodo descenso por nieve polvo o, en el peor de los casos, en un alud de consecuencias catastróficas.
Si ella esquía mejor que tú, la estrategia es sencilla: humildad, disciplina y valentía. Déjate guiar, sigue sus instrucciones al pie de la letra y tírate por donde te mande. Verás como no difiere mucho de lo que haréis en la cama al final de la jornada. Si, por el contrario, eres tú el esquiador bregado en negras extremas, desafiantes tanto por sus voluptuosas bañeras como por sus impredecibles placas de hielo, sigue el ejemplo de los monitores de las estaciones: pon acento argentino o chileno, entiende que un mínimo de destreza te convierte en un tipo capaz de superar retos para ella increíbles en ese momento y aprovecha que las botas te hacen más alto y el frío curte tu piel dándote aspecto de hombre de mundo.
Los masajes aprèsski, los baños de espuma y la dieta hipercalórica harán el resto, no lo dudes . Cómo convertir una relación fuera pista en una plácida bajada por nieve polvo.