PUNTAS CUADRADAS, ¿SÍ O NO?
El festivo pero dogmático universo zapatero está tan reglado que pocos se atreven a innovar, no al menos en lo concerniente a los diseños clásicos. Aunque si uno se llama Manolo Blahnik y decide hacer una colección masculina con punteras cuadradas quizás debamos hacer de tripas corazón. Nuestros colegas de la edición estadounidense de GQ han sido los primeros en darles una oportunidad. Si te convencen, prueba con firmas que han pasado todos los filtros de la decencia y el buen gusto –en este género no abundan–. Bruno Magli, George Cleverley
o Bettanin & Venturi, por ejemplo. Pero bajo tu propia responsabilidad.