MISTERIO EN SIBERIA
Tras meses de investigación, todavía no está nada claro cómo demonios se originó este socavón de 70 metros de profundidad. Aunque cueste creerlo, un gigantesco cráter surgió de la nada el pasado verano en un recóndito paraje de la península de Yamal, al noroeste de Siberia. En noviembre, un grupo de exploradores descendió a su interior para tratar de arrojar luz sobre el enigmático agujero. Marina Leibman, científica jefe del Instituto de la Criósfera de la Tierra de la Academia de Ciencias de Rusia, cree que el cráter se originó por la acumulación de gases en el permafrost (la capa de hielo permanente que cubre la superficie del suelo en las regiones periglaciares). Al no poder liberarse de manera convencional, los gases que se forman en el manto habrían creado esta vía de escape alternativa. Además, Leibman culpa de esta anomalía al calentamiento local, que no global. "Para los científicos, es clave tener en cuenta los factores locales, especialmente si
estamos analizando sucesos ocurridos durante los calurosísimos veranos de los últimos años". Sin embargo, Dmitry Streletskiy, miembro del comité ejecutivo de la Red Terrestre Mundial Permafrost, sospecha que el cráter se formó durante el Holoceno, un periodo de calentamiento que tuvo lugar hace unos 7.000 años. Es decir, el boquete estaba ahí desde hacía muchísimo tiempo, pero no lo habíamos visto todavía porque estaba cubierto por una quebradiza cáscara de corteza terrestre. "Y no será el único que nos encontremos", advierte Dmitry. Si no te has quedado satisfecho con la explicación, siempre nos quedará Mulder, de Expedientex.