PLANETA POP

Arranca el Mundial de Fórmula 1 y las prisas por ser el primero en llegar al destino. Así se mueven los equipos en su peregrinar por los circuitos de medio planeta.

Preparados,

listos… ¡ya!: arranca la

mudanza contrarreloj de la F1.

La Fórmula 1 es un deporte extenuante. Los pilotos pueden perder hasta 3,5 kg por carrera, pero eso no es nada comparado con el esfuerzo que supone trasladar todo un equipo entre dos carreras. La temporada que empieza ya contará con 20 grandes premios –récord histórico– en 20 países de cinco continentes. Entre uno y otro, en ocasiones, tan solo hay una semana de margen, lo que significa que los dos coches y las 40 toneladas de material de cada escudería han de llegar al siguiente circuito, sin importar lo lejos que esté, unas 48 horas después de la bandera a cuadros. Tal desafío logístico es capaz de llenar una lista de 80 páginas y seis Boeing 747, y mantiene a un ejército de gente en la carretera más de 200 días al año. De hecho, la empresa DHL tiene una división dedicada exclusivamente a la F1. "No puedes parar por la meteorología", nos comenta Alan Field, jefe de intendencia del equipo Mclaren. "Simplemente tienes que conseguir llegar a tiempo". Los pit stops no están permitidos.