Su fábrica de baile
Joe Crepúsculo nos abre las puertas de su estudio, donde ha compuesto cada himno de Nuevos misterios.
Verlo en su espacio de trabajo tiene algo de litúrgico, pero Joe Crepúsculo asegura que sus plantas son las que lo mantienen todo unido. Así de imprevisible es el santuario creativo que tiene en Madrid, donde ha parido Nuevos misterios. Se trata de su primer disco tras el éxito de temas como Mi fábrica de baile, un recorrido por una serie de estímulos electrónicos donde hay espacio para el techno, el sintetizador y hasta lo satánico. Hora, pues, de despejar la incógnita de estos misterios. GQ: ¿Dirías que tu traslado a Madrid desde Sant Joan Despí ha influido en tu música? JOE CREPÚSCULO: Creo que la esencia de este disco habría acabado saliendo en cualquier ciudad, pero las canciones no habrían sido exactamente las mismas. Más que Madrid como tal, les ha influido la gente con la que me rodeo aquí. La gente y las vivencias de cada momento se reflejan en tu estabilidad o no estabilidad, y de ahí nace la música. GQ: Es significativo que hables de eso, porque siempre te has caracterizado por tus colaboraciones con otros artistas… J. C.: Sí, pero no siempre se entendieron bien, sobre todo cuando hemos hecho algún vídeo gracioso para una canción profunda. En el indie se lleva mucho el rollo del viento en la cara… Muchas veces, incluso, he currado con gente que me apetecía, aunque no supiera muy bien lo que habían hecho antes. Es una cuestión de suerte: hasta ahora todo ha salido bien, pero igual dentro de poco hago un vídeo chungo. GQ: Tu colaboración más emblemática quizá sea el binomio que formas con Nacho Vigalondo en los directos. ¿Cómo surgió? J. C.: De ir a los karaokes. Me di cuenta de que tiene una voz brillante. Me gusta porque sube muchísimo los conciertos, y siempre es más guay estar con alguien que aporta tanto en el escenario. GQ: Pese a estas influencias externas, ¿en el disco te has ido más hacia tu mundo interior? J. C.: Puede que sí, pero me cuesta describir cómo pienso en una canción. Normalmente es a partir de una idea, y a esta se le van uniendo otras hasta formar una pirámide. Siempre es una pirámide sin base, porque puedes ir construyendo hasta donde te lleve. Una pirámide que está flotando: así
lo describiría.
SOLO EN LA VERSIÓN TABLET NOS COLAMOS
EN EL ESTUDIO DE JOE CREPÚSCULO