HAGO MÚSICA QUE PUEDA HABLAR DE CUALQUIER COSA Y CON LA QUE CUALQUIERA SE PUEDA IDENTIFICAR
NUNCA ME SIENTO SEGURA DEL TODO A NIVEL ARTÍSTICO; POR ESO MI COSTUMBRE DE CAMBIAR. SIEMPRE QUIERO SALIR DE MI ZONA DE CONFORT
• LA LISTA DE DESEOS de una de las voces más potentes del rock –Karen O, de Yeah Yeah Yeahs– puede que no incluyera estar nominada por la misma canción para los Grammy y los Oscar. Pero eso es exactamente lo que le pasó con The Moon Song, tema de la película Her, de Spike Jonze. Incluso la interpretó a dúo junto a Ezra Koenig, cantante de Vampire Weekend (y autora de esta entrevista, en exclusiva para GQ), en los premios de la Academia, después de que esta medio coreana y medio polaca diera un giro total con Crush Songs: 15 canciones con guitarra acústica y su voz rota en el álbum más punk-rock que ha hecho hasta el momento.
GQ: Has creado un gran personaje sobre el escenario mostrando tu versión más rock-star, mientras que en persona eres como cualquiera, incluso vergonzosa e introvertida. ¿Si fueras una adolescente publicarías selfies salvajes? KAREN O: Probablemente… Es una forma de autoexpresión, y eso es importante cuando eres un adolescente, especialmente si eres vergonzoso. ¿Cuál es su salida? Estoy a favor de los selfies. Mi única objeción es el hecho de que la gente se los haga con el fin de hacerse famoso. GQ: Autoestima frente a autopromoción. Aunque tiene sus desventajas, para las mujeres especialmente. Si haces algo tan simple como hacerte un selfie y poner "me veo bien", puede parecer que tienes demasiada autoestima. K. O.: La cosa del autobombo en nuestra cultura está induciendo a errores. Parece que puedes ser famoso aunque no hagas nada. Para un artista, el trabajo es lo único que importa. Cualquier beneficio que obtengas del éxito o la fama es un extra. GQ: ¿Qué tal con Twitter? K. O.: Soy bastante inactiva. Prefiero Instagram. Me gusta la sensación de conexión de esta aplicación. Pero a veces también me da por pensar: ¿qué estoy haciendo con mi tiempo? GQ: Cuando supe que estabas nominada a un Grammy por The Moon Song te mandé un mensaje dándote la enhorabuena. No tenías ni idea de qué estaba hablándote. Me contestaste en plan: "¿¡Qué!?"… Me hace gracia que estés tan fuera de onda, pero a la vez me pareció encantador y cool. K. O.: Puedo llegar a estar muy fuera de onda. Algo muy parecido me pasó con los Oscar: no esperábamos para nada que Moon Song fuera a estar nominada, así que cuando lo supimos, flipamos. Si no me hubieras enviado el mensaje de texto, probablemente no me habría enterado ese día. GQ: ¿Esa suele ser tu actitud? ¿Todas las cosas buenas que te han pasado en tu carrera han venido sin ni siquiera intentarlo? K. O.: Algo así. Cuando empezamos con Yeah Yeah Yeahs, noimaginábamosqueungrupo nuevo pudiera pasar de haber hecho una demo a ser viral y conseguir firmar un contrato. Teníamos ese rollo inocente y naíf del principio. Cuando eres joven quieres conquistar el mundo, pero al mismo tiempo entendí que en este negocio no hay nada seguro. GQ: Es curioso, porque vosotros llegasteis después de The Strokes y de nosotros, en esa época en la que internet se estaba convirtiendo en un elemento cada vez más importante. Podías subir una demo y conseguir un contrato a raíz de ello. ¿Imaginabas que fuera así? K. O.: Nosotros llegamos en el momento en el que la gente estaba hablando de internet y las buzz bands como nuevos conceptos. De repente había mucha presión sobre cualquier banda descubierta en internet. Había gente diciendo, "esta es la nueva ola del futuro" y, a la vez, otra que decía cosas como "internet está haciéndonos escuchar todo demasiado rápido"; así que había presión por demostrar que estaban equivocados. GQ: Ahora que has hecho tanto, ¿estás más relajada que cuando eras más joven? ¿Te sientes más estable? K. O.: Una mezcla. Por un lado nunca me siento segura del todo a nivel artístico. Y probablemente esto se refleja en la segunda: tengo la costumbre de querer salir de mi zona de confort. Siempre estoy un poco alterada, porque tan pronto como me acomodo, necesito explorar nuevos caminos de mi creatividad. Después de lanzar Crush Songs sentí esa nueva ola de confianza. Pero eso desapareció enseguida [risas] y ahora estoy de nuevo en el punto de partida. GQ: ¿Te imaginas tomándote unos años de descanso? K. O.: Una parte de mí siente curiosidad sobre qué pasaría si no estuviera en la obligación de sacar música durante un periodo largo de tiempo. Pero es curioso porque justo acabo de leer las entrevistas de Playboy con John Lennon y Yoko Ono. Tuvieron lugar poco antes de que fuera asesinado. Él había desaparecido de la escena durante cinco años y básicamente, se había convertido en amo de casa criando a su hijo. Habla acerca de cómo aquello fue la cosa más difícil que jamás hizo, alejarse de esta conexión que tenía con el público. Necesitaba a Yoko para aplacar esa inseguridad persistente de "¿quién soy?". Pero esos años también renovaron su amor por la música, el arte y la vida. Eso me hizo darle vueltas al asunto y preguntarme: "¿Qué pasaría si yo hiciese eso?".
WILLIAM WELCH