CARNAVAL HABANERO
Antonio Banderas y Armand Assante protagonizan Los reyes del mambo (1992), un culebrón de sobremesa made in Hollywood que ensalza la música y la moda cubanas de mediados del siglo pasado.
Antonio Banderas y Armand Assante interpretan a dos hermanos cubanos que se exilian en el Nueva York de los años 50. No huyen de la zarpa de Batista, sino de los chanchullos mafiosos de sus jefes. Su capacidad para transformarse cuando ya no vigila el sol les lleva a triunfar en la pista y en la cama. Bailan, cantan, se enamoran y se despeñan por la dura realidad de la ciudad para inmediatamente levantarse y seguir adelante. No sabemos dónde se gestó el trabajo de documentación del filme, pero la representación del estilo cubano tiene algo de caricaturesco. En aquella época La Habana era algo más que guayaberas, trajes holgados, cuellos picudos y sombreros alones (durante unos años fue la única ciudad no francesa donde se podía adquirir Dior). Basada en la novela homónima de Óscar Hijuelos, que le valió a este un premio Pulitzer en 1989 –el primero que concedieron a un hispano–, la cinta es un tributo a la música de Tito Puente y Celia Cruz. El tema central del filme, La bella María de mi amor, interpretado por el propio Banderas, fue nominado a un premio Oscar. La película no destaca por sus dotes cinematográficas ni por unas actuaciones magistrales, pero resulta interesante ver cómo se maneja Banderas en el proyecto que supuso su debut en Hollywood (sus aptitudes vocales se perciben mejor en otros musicales). El trabajo de Assante roza la burla: el duende latino que gasta es tan verosímil como un habano de chocolate. Poco ron, demasiada Coca-cola.