Cócteles que no explotan
Hay un truco infalible: usa los mejores ingredientes y nadie saldrá herido.
Tal vez ya lo sepas, pero el cóctel molotov no lo inventó ningún ruso, sino los finlandeses durante la invasión soviética de 1940. La fabricación de estas bombas incendiarias caseras en realidad se la copiaron al ejército franquista durante la Guerra Civil española, y el nombre que hoy conocemos se lo debemos a una destilería finesa en la que se fabricaron más de 140.000 explosivos. Te contamos esto para que, cuando abras tu mueble bar, te olvides de hacer mezclas raras. En GQ te damos algunas recetas fáciles de ejecutar (al otro lado de la página) sin que nadie salga herido.