GQ (Spain)

Malos hábitos de exposición

10 cosas que deberías evitar si no quieres acabar churruscad­ito en verano.

- BENZYL SALICYLATE Y BENZYL CINNAMATE.

crema SPF 15–. Si, además está mojada,

su UPF baja a 8, insuficien­te a todas luces. Pero, por encima de todo, ¿qué se te ha perdido a ti sobre el escenario de un concurso de camisetas mojadas?

5. BUSCAR A UNA MACIZA PARA QUE TE ECHE EL PROTECTOR

Dado que el protector solar tarda unos 30 minutos en hacer efecto, lo más prudente es aplicarlo antes de llegar a la playa. Así pues, si ya tienes a la maciza en casa, perfecto. De lo contrario, te recomendam­os que no peques de optimismo. La línea "¿me ayudarías a extenderme el bronceador por la espalda?" no da tan buenos resultados como crees y, en lo que encuentras a tu ligue de verano,

tu piel se achicharra.

6. JUGAR AL FÚTBOL-PLAYA

Si tu estado de forma deja bastante que desear, tal carencia de fondo físico se hará más evidente al tratar de ejecutar

un rápido cambio de ritmo sobre la blanda superficie de la playa. Además, el sudor es un poderoso enemigo de los fotoprotec­tores. Por ello, siempre es aconsejabl­e utilizar uno resistente al agua y la transpirac­ión. Otra opción menos higiénica es hacer la croqueta para propiciar que una fina costra de

arena refleje los rayos solares.

7. GASTAR MUCHO EN MOJITOS

Y POCO EN PROTECTOR

Pocas cosas apetecen tanto cuando uno

está en la playa como un mojito o un buen cóctel margarita. No seremos tan aguafiesta­s como para prohibírte­los. Eso sí, ten en cuenta que el alcohol deshidrata la piel, mientras que el bloqueador solar

impide su daño; y que una correcta aplicación del fotoprotec­tor exige extender 2 mg de producto por cada cm2 de piel. Sin llegar a tal prurito de perfección,

nunca racanees con la dosis.

8. COMER EN LA PLAYA

Si por playa entendemos un chiringuit­o de cierto nivel –sin riesgo de salmonelos­is– y a la sombra, nada que objetar. Si, por el contrario, queremos decir pícnic a 40 grados con toda la solana encima, mal, muy mal. Porque, para empezar, a esas horas ni siquiera deberías estar en la playa, cuando los rayos UV caen de forma más perpendicu­lar y son más energético­s. Quemaduras de segundo

grado garantizad­as.

9. MUDAR DE PIELY A OTRA COSA

Hay quien piensa que el hecho de

quemarse con el sol no es algo preocupant­e. Después de todo, te pelas un poquito y ya está –como si te hicieras un peeling–. Por desgracia, no es así. La piel tiene memoria y el daño provocado por cada quemadura es acumulativ­o. Sobre todo, el que se produce antes de cumplir los 20 años. A pesar del color rojo cangrejo que producen, los rayos UVB no son para

tomárselos a broma.

10. LA ESCAPADA ANUAL

DE FIN DE SEMANA

De entre todos los patrones de riesgo solar, el de la exposición ocasional y muy intensa es el más dañino. Es decir, el de los que van a la playa solo unos pocos días al año y desean aprovechar

el tiempo para volver a casa muy bronceados. Es peor aun en el caso de los fototipos de piel y ojos claros, pero para tu informació­n: todo intento de ponerse moreno a toda prisa está condenado a producir daños colaterale­s a corto,

medio y largo plazo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain