TODO POR TU EQUIPO
Por J. M. Ruiz Blas -
ENTRE LAS FRASES CÉLEBRES de Eduardo Galeano, hay una que alude a la lealtad que uno profesa por su club: "Un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol". Se puede además cambiar de sexo o de ginebra favorita, pero ningún transfuguismo es tan remoto o delicado como el que atañe a los colores de la tribu. Si los biólogos relacionan la infidelidad con los niveles de testosterona, habrá que decir en favor de la perseverancia futbolera que en ella la razón tiene más peso que las vísceras. Respect. Uno puede optar por el ejercicio tranquilo de su pasión, pero la frialdad del espectador ecuánime resta picante al asunto. Hay que dejarse arrastrar por el jolgorio, hacer el neandertal, pintarse la cara, siempre con civismo relativo y sin llegar a ser un barra brava. Cantar abrazado a tus amigos We Are The Champions, con una lagrimilla asomándose a las cuencas de los ojos y empuñando como único trofeo una jarra de cerveza. Arremolinarse en pubs con otros correligionarios para mirar una pantalla. Compadrear con hinchas anónimos en las gradas. Comentar la jugada en el bar durante el desayuno, soportandopullasdelosrivales,oadministrándolas en los felices lunes de victoria. Llevar con orgullo pueril la camiseta de tu equipo, aunque te siente como un sudario. Llevarla incluso en contextos que avergüencen a los que te rodean. Escribir ese inverosímil"2"enlaquinielaquehonraatuequipo en su desplazamiento. Desarrollar rituales propios los días de partido, como si la suerte de los tuyos dependiera del color de tus calzoncillos. Negociar hasta la agenda de ocio con tu novia, descartando con temeridad obligaciones sociales para no perderte el partido, ese evento en torno al cual gira todatusemana.quizáduermasenelsofá,perocon el deber cumplido. Y también, y no menos importante, la ligazón que te une a tu padre o a tu abuelo, que te llevaron al estadio cuando eras un mocoso. El deslumbrante verde y el ondear de las banderas teimpactarontantoquesupistequenuncaquerrías dejar de pertenecer a ese equipo.