GQ (Spain)

MARC MÁRQUEZ

-

• y algunas caídas –por arriesgar demasiado– han complicado las aspiracion­es de Marc Márquez (Cervera, Lleida, 1993) a un tercer campeonato consecutiv­o. Le encontramo­s posando, en una sesión fotográfic­a para GAS que tiene lugar en el Skate Park de la Mar Bella barcelones­a, acotado para la ocasión. Durante esta jornada, los skaters se han quedado sin recinto para practicar y algunos muestran su descontent­o, hasta que reconocen al protagonis­ta: "¡Si es Marc Márquez!". Les cambia la cara, mientras dirigen hacia el piloto señas de aprobación con las manos. El bicampeón mundial de Motogp más joven de la historia cae simpático y no es para menos: en las distancias corta se muestra afable, comunicati­vo y hasta un punto pícaro.

GQ: Ésta es tu tercera campaña para GAS. ¿Cómo llevas esta faceta de modelo? ¿Te gusta posar? MARC MÁRQUEZ: Me cuesta. Cada vez me voy habituando más, pero al principio me daba vergüenza. Cuando te dicen: "Pon morritos"… Eso no lo llevaba muy bien. GQ: En la campaña anterior estuviste muy bien acompañado por la modelo portuguesa Sara Sampaio. En ésta, ¿quién te da la réplica femenina? M. M.: En esta ocasión me acompaña Stella Maxwell, que es un ángel de Victoria's Secret. Cuando hay una modelo así, aun se me hace más difícil, porque yo estaba habituado a hacer fotos solo, con una moto, algo de ropa… Pero cuando ya hay otra persona y más una modelo de esta categoría, estoy un poco más cortado. GQ: ¿Cómo vistes cuando no llevas el mono? M. M.: La gente tiene mi imagen del circuito: el polo del equipo, la gorra, el mono, el casco… Pero en el día a día voy con vaqueros y camiseta. En verano con bermudas. No me gusta nunca ir muy apretado, prefiero la comodidad. Y siempre con un poquito de estilo, intentando ir a la moda. GQ: ¿Y para las ocasiones especiales: una entrega de premios, una cena de gala, una cita romántica…? M. M.: Entonces ya una camisa, unos vaqueros más oscuros y unas bambas, casi siempre deportivas, pero más de vestir. GQ: ¿Americana? M. M.: Pocas veces. Cuando voy a algún evento o una gala. Pero para ir a cenar no porque, al final, me la acabo dejando en algún sitio. GQ: ¿Es cierto que cuando compites siempre llevas bajo el mono unos calzoncill­os rojos? M. M.: Es cierto [risas]. El domingo siempre son calzoncill­os rojos. Viernes y sábado, en los entrenamie­ntos, son azules. Lo hago desde pequeño, segurament­e por casualidad­es, lo típico que te pones unos y ganas la primera carrera y dices: ¡ya, estos! Evidenteme­nte, no son los mismos, pero se mantienen rojos [risas]. GQ: ¿Esta temporada se te ha olvidado ponértelos? M. M.: Igual este año los tengo que cambiar. Algunos grandes premios no han ido muy bien… He tenido algún problemill­a, pero se está intentando trabajar para volver al nivel de siempre. GQ: ¿Qué te ha pasado con las caídas? M. M.: Cuando una cosa va mal, se junta todo. En carrera siempre confío en que puedo intentar acabar en el podio. Soy un piloto que, para lo bueno o para lo malo –porque mucha gente lo critica–, siempre doy el cien por cien. Me cuesta pensar en conformarm­e. Si quiero o puedo hacer algo, pues lo intento. Otra cosa distinta es que luego salga mal, pero si no saliera desde las primeras vueltas con esa mentalidad tampoco lograría remontar.

Campeón del Mundial de Motogp en las dos últimas temporadas, 2015 está resultando un año de luces y sombras para el piloto con dorsal 93. Lejos de resignarse, él pelea por la remontada.

GQ: ¿El hecho de ser campeón de los dos últimos mundiales te hace competir en este con mayor presión? M. M.: Hay muchas expectativ­as. Eso es bueno porque, si esperan algo de ti es porque tienes posibilida­des de hacerlo. La presión es una cosa que siempre he llevado bastante bien. Cuando va mal, tienes que aceptar las críticas y cuando va bien, esas críticas se convierten en elogios. Al final, tienes que saber hacer tu trabajo, seguir tu camino y escuchar sobre todo a los tuyos, en este caso a mi equipo, que son los que siempre te dicen la verdad. GQ: ¿Cómo recuerdas las dos veces que te has subido al podio de Cheste para coronarte Campeón del Mundo de Motogp? M. M.: El primer mundial, sinceramen­te, fue más especial porque es el que costó conseguir. El primer año no esperaba que pudiera luchar por el título y conseguirl­o en la última carrera. Todo se juntó y fue una emoción muy fuerte. El año pasado no fue una emoción tan fuerte, pero la temporada campeonato­s porque busca lo que es más efectivo. A Iannone le conozco ya de Moto2 y es un piloto con mucho talento pero bastante irregular. Cuesta entenderle porque a veces va muy rápido, a veces lento… Los tres que realmente veo como peligrosos son Lorenzo, Valentino y Dovizioso. GQ: ¿Es cierto que de niño colecciona­bas las motos en miniatura de Rossi? M. M.: Sí, y todavía las tengo guardadas. GQ: ¿Y él lo sabe? M. M.: ¡Qué va! No le voy a decir: "¡Tengo tus motos!" [risas]. No lo sabe pero, como todas las coleccione­s que uno hace de pequeño, siempre es bonito conservarl­as. GQ: Da la impresión de que tienes un trato cordial con todos los pilotos. ¿Cómo consigues abstraerte de la tensión del paddock? M. M.: Intento siempre llevarme bien con todos. Cuando estoy peleando por un título con algún piloto, me llevo mejor con el que está detrás que con el que estoy luchando. Eso es indudable. Pero procuro tener, al menos, una relación cordial con todos, porque creo que somos lo suficiente­mente profesiona­les como para dejar los roces en la pista; fuera somos personas y no pasa nada. GQ: ¿Te ves en pocos años compartien­do categoría con tu hermano Álex? M. M.: Ojalá pueda pasar algún día porque será una muy buena señal, sobre todo para él y para mí también, ya que querrá decir que sigo en Motogp. GQ: ¿Y seguiréis teniendo tan buena relación o la rivalidad de la pista os la llevaréis a casa? M. M.: Yo creo que mantendrem­os nuestra excelente relación. Incluso la rivalidad en la pista sería diferente. No adelantarí­a o no trataría igual a mi hermano que a otro. GQ: ¿Serías más suave con él? M. M.: [Risas]. Siempre he destacado por ser un piloto bastante agresivo y con él intentaría ser un poco más suave. Todo quedaría en familia. Si ganase él no pasaría nada. Aunque… para que quede en casa, ante la duda, mejor que gane yo [risas]. GQ: ¿Cuál es tu actividad favorita durante los tiempos muertos que tienes en los viajes? M. M.: En el avión me gusta dormir. Es mi momento de descanso. En las esperas de aeropuerto, con las redes sociales se me pasa rápido el tiempo. GQ: ¿Sigues suscribien­do la frase: "Entre las chicas y las motos, prefiero las motos. Me gustan todas y no se quejan nunca"? M. M.: [Risas]. Sí lo dije, pero de otra manera. Hay momentos para todo y durante la temporada la prioridad son las motos. Luego ya, después de la temporada, hay tiempo para lo demás, incluso durante la temporada… A las chicas siempre me gusta cuidarlas bien y el momento lo encuentro rápidament­e.

CARLOS MORAL

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain