¿Y QUÉ PASA CON EL CAMBIO CLIMÁTICO?
Tradicionalmente, se identifica el mes de septiembre con el de la vendimia; sin embargo, en La Rioja casi siempre se ha recogido algo más tarde (aunque el dichoso cambio climático interfiere cada vez más en el proceso). "Cuando yo era chaval y venía a ayudar a las viñas de mi madre", recuerda Fernando Remírez de Ganuza, "vendimiábamos por Todos los Santos, a finales de octubre. Ahora, lo hacemos incluso antes de El Pilar, a primeros de mes. Son 20 días matemáticos, pero a veces podemos llegar hasta al mes y medio de diferencia. Es mucho. Resulta evidente que el tiempo se ha vuelto loco. Hay hasta seis o siete grados más de temperatura. La viña brota antes y provoca una pérdida del ciclo vegetativo, las uvas maduran menos tiempo sobre la parra. Hay que plantar en zonas más altas para equilibrar ese cambio. Vendimiando en octubre, tenemos aquí días que parecen de auténtico verano. Recuerdo que antes llevábamos el jersey al hombro –el de los vascos, lo llamaban– por si refrescaba por las noches. Ahora, francamente, te estorba", bromea.
lo hacía Roger Boulton, que conste", aclara); o utilizan una bolsa de PVC rellena de agua para exprimir los hollejos –aprovechando simplemente la fuerza de la gravedad– de un modo menos agresivo. De ahí sale su delicado Trasnocho.
Afirma Fernando que un vino es bueno o no independientemente de su precio, aunque también asegura que hay que pagar por las cosas lo que realmente valen. "Hace años, a la entrada de las bodegas, veías un cartel: 'Uva a 32 pesetas el kilo'. No te decían si era joven, malo, blanco… Les daba igual. Era un comercio muy vulgarizado. Entonces, entre una uva buena y una mala había una diferencia de apenas un 10%. Hoy puedes llegar a pagar hasta un 500% más por una verdaderamente excelente. Es lo lógico. Hay que pagar cara la uva si luego pretendes hacer vinos extraordinarios. En cambio, yo la mala no la quiero ni regalada. ¡Llévatela! Hay que ser exigente, hombre".
Mientras charlamos, dos matrimonios extranjeros (uno de ellos, de fisonomía asiática) entran en la bodega y preguntan tímidamente en inglés si pueden visitarla. "El enoturismo es una buena herramienta de marketing", explica. "Yo recomiendo a todo el mundo que venga durante la vendimia, para que vean en persona que todo lo que cuento es cierto". Y añade: "Es importante cobrar entrada por la visita. Que vean que esto va en serio, que sepan lo que cuesta cada cosa. Simplemente, la botella que les abrimos durante la cata ya sobrepasa el precio de la entrada". Cree que los franceses y los italianos nos llevan en ese sentido casi 20 años de ventaja. "Tienen la historia de su parte y son muy buenos vendiéndola. Unos maestros". Aunque solo aquí, en España, se pueden encontrar vinos tan buenos a precios tan asequibles.
Y justo entonces, de fondo, se escucha el ruido de un descorche. ¡Pap! Me parece que habrá que hacer algo de periodismo de investigación, ¿no?
Bienvenido el blanco > Variedades: viura 70%, malvasía 30%. > Color: amarillo con reflejos verdosos. Limpio y brillante. > Nariz: aromas de frutas tropicales y cítricas combinados con sutiles recuerdos tostados y algunas notas herbáceas. > Boca: fresco y untuoso. Cremoso y estructurado, deja recuerdos de fruta cítrica y notas de vainilla.