Sin tocarse.
Probablemente, una de las escenas más famosas es la de Sylvester Stallone y Sandra Bullock en Demolition Man. ¿Lo recuerdas? Frente a frente, follan sin tocarse. Aquello, ciencia ficción, empieza ya a dejar de ser ficción. Consistirá en llevar el sexo más aun a nuestro cerebro. Como lo explica
Redes sociales de porno.
Si a Facebook y Twitter no les gustan los pezones; si ahí además no nos atreveríamos a compartir esos detallitos más personales e íntimos, por qué no hacerlo en una red social que sea exclusivamente de sexo o de porno. La idea es aprovechar esa interacción a distancia que las nuevas tecnologías nos van a ofrecer. Por ejemplo, en www.frixion.me, aun en modo beta, pretenden que puedas conectar tus juguetes sexuales a través de la red para poder tener sexo a distancia con tu pareja, con un desconocido o incluso con una estrella del porno, que también estará disponible. En la revista Futureofsex.net hicieron recientemente una encuestaenlaquepreguntabanasuslectoresaquién preferían para practicar sexo remoto. Solo uno de cada cuatro escogía a su pareja, mientras que más de tres de cada diez aseguraban preferir a un extraño. Esto sería como dar un like, pero con orgasmo. Porno en realidad virtual.
Empieza a ser una realidad. El porno es una industria que se está quedando, y no es ningún chiste fácil, por detrás. Pero las nuevas tecnologías ofrecen alternativas que se explotan ya. "Las compañías que se dedican al pornopierdendineroporloscontenidosgratuitosde internet. Así que tratan de lanzar nuevos productos que abarquen un mayor número de fantasías y que puedan explotar las alternativas del sexo virtual", nos explica Owsianik. El porno en tres dimensiones es la primera etapa. Imágenes holográficas que puedes proyectar en el salón de tu casa, sacarlas de la pantalla plana del ordenador o del televisor. Pero el reto será lograr que el consumidor no sea solo un voyeur, sino que gracias a esos avances tecnológicos, con esos sensores, pueda incluso participar (o sentir que lo hace…). de China, aumentarán las regulaciones y los requisitos para ser aprobados y entrarán en el mercado grandes marcas, multinacionales", analiza para GQ Robin Elenga, consejero delegado de Revel Body. El sexo podrá convertirse en una moda, o podrán tratar de convertirlo en moda, como el running, aquellas grandes empresas capaces de explotarlo. "Incluidas compañías como Nike, dadas las evidencias médicas que hay sobre los beneficios del orgasmo", añade Elenga.
De hecho, algunas empresas se atreven a ir más allá. Si ya nos hemos acostumbrado a compartir en las redes sociales nuestros resultados cuando salimos a correr, ¿por qué no hacerlo también con el sexo? El proyecto se llama Sex Fit (de la empresa Bondara. co.uk) y consiste en un anillo que, colocado en la base del pene, funciona a modo de podómetro, y mide tu actuación así como las calorías quemadas. Y sí, la idea es que también aquí puedas compartir tus resultados en las redes sociales.