The Scent Los ingredientes de una fragancia para dejar huella.
nes. Caballeros, tomen nota de las pistas que nos da uno de los jóvenes actores con más proyección en Hollywood. Sabe de lo que habla.
A SOLAS CON THEO
A solas, literalmente, por expreso deseo de James. El actor lleva a cabo los encuentros con la prensa sin la presencia del equipo de relaciones públicas ni de su mánager, algo poco habitual hoy en día. "Me gusta el contacto personal y directo. Si estamos rodeados de gente al final no estamos cómodos, ni reaccionamos de manera natural. Me gusta poder tener una charla de tú a tú". ¡El valor de la intimidad! Pista número uno.
Su educación británica le aporta un toque de distinción y elegancia que es difícil de atesorar a su edad (apenas 30 años). Habla pausadamente y desprende confianza. Representa una virilidad clásica, pero revisitada; más libre y, en cierto modo, despreocupada. "El concepto de masculinidad ha cambiado mucho, pero la esencia permanece. Hoy no tiene tanto que ver con el exterior, sino con algo más íntimo. Tu percepción del mundo, tu forma de desenvolverte en él". He aquí la pista número dos.
¿Es una actitud, no una esclavitud?, le pregunto. "Exacto. No tienes que demostrar tu hombría permanentemente. Podemos relajarnos sin que eso nos reste hombría. Un buen ejemplo para explicar el concepto de masculinidad, que yo comparto, es Paul Newman". Ahí va la pista número tres.
Paul Newman transformó el estereotipo del conquistador, hasta entonces más cercano a la imagen de Marlon Brando. Pero hoy los códigos de seducción han mutado radicalmente. "El papel de las redes sociales ha influido en todos los entornos. Y, también, en cómo seducimos. Estamos muy expuestos, todo es muy inmediato; la gente comparte fotos íntimas con cierta facilidad. Para mí, seducir es casi lo contrario: no mostrarlo todo de primeras. La seducción que permanece es aquella en la que se vive un momento que se recuerda, que queda grabado en la memoria". Interesante pista número cuatro.
NO PERDER LA CABEZA
A estas alturas queda claro que Theo James sabe esconder con sabiduría su inexperiencia como ambassador en alguno de los bolsillos de su impecable traje. Aprende rápido papeles a los que no estaba acostumbrado. Convertirse en un icono adolescente, de la noche a la mañana, no debe de ser fácil de digerir. Su interpretación en la saga Divergente le ha catapultado al estrellato casi de un día para otro. De nuevo, demuestra tener la cabeza bien amueblada. "Hay que saber diferenciar entre el trabajo de actor y el de una celebridad. Hay que ser consciente de que cosas como el lujo o el glamour vienen de la mano en ciertos momentos, pero son efímeras. La fama no tiene por qué cambiarte, aunque sí te vuelve más cauto y consciente".
De momento, no parece que se le haya subido a la cabeza y gestiona con mano de hierro su exposición mediática. Fotos, las justas. Nada de selfies con fans o con la prensa, por ejemplo. "La imagen es más importante hoy que nunca", le comento. "Sí, pero lo realmente relevante es lo que uno tiene que decir. Vivimos en un mundo visual y hay que estar presentable pero, si no tienes un discurso, a la larga tu imagen acaba siendo irrelevante".
Hablando de estar presentable, ¿cómo se mantiene Theo James en forma? "Me gusta mucho boxear; es un deporte que te hace más ágil física y mentalmente. Y nadar, porque me encanta el mar y me relaja. Y en cuanto a cuidados más personales, de vez en cuando me doy el lujo de que me afeiten a navaja. Disfruto mucho del ritual que tiene el afeitado tradicional". ¿Por qué pista íbamos?… ¿La séptima? (1) Jengibre. Notas frescas pero con personalidad. Una forma sutil de despejar el olfato y prepararlo para las notas que siguen y que se fijarán en la memoria.
(2) Maninka. Una fruta casi desconocida que recibe el sobrenombre de fruto mágico por su capacidad para endulzar. Aquí aporta un toque estimulante que se fusiona, en el corazón, con la lavanda.
(3) Cuero. Es la nota de fondo; la que aparece al final y se graba en la piel y en la memoria. Intensidad, masculinidad, elegancia y calidad son algunos de los atributos que se asocian al cuero. Y con ellos se identifica plenamente el hombre al que se dirige esta nueva eau de toilette. En palabras del propio Theo James, "es una fragancia masculina, muy elaborada, sutil y profunda a la vez".
"El concepto de virilidad no tiene tanto que ver con el exterior, sino con algo más íntimo. Tu percepción del mundo, tu forma de desenvolverte en él"