GQ (Spain)

TECNÓFILO ESCÉPTICO No hay una aplicación para eso

Por Nacho Palou -

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Uno de los libros más vendidos estos días en Amazon se titula Eljardínse­creto. Quienes compran El jardín secreto suelen añadir al pedido también una caja de lápices de colores Staedtler. El jardín secreto es un libro para colorear. De modo que una de las compras conjuntas más populares en Amazon está formada por un libro para colorear y por una caja de lápices de colores. Tecnología de palos y piedras, de madera y de grafito.

Aunque de entrada puede resultar extraño, en realidad es fácil comprobar por qué los libros para colorear se han vuelto tan populares entre los adultos. No tienes más que buscar 'coloring' o 'colorear' en Google –como opción puedes añadir el tema que prefieras a continuaci­ón: perros, coches, Lucky Luke–, imprimir algunos dibujos y hacerte con un puñado de lápices de colores. Como pasatiempo es parecido a rellenar la cuadrícula de un cuaderno mientras atiendes una reunión o una llamada, pero sin complejos.

Colorear no es la única afición analógica en alza. De un tiempo a esta parte algunos autores han observado una creciente preferenci­a por las aficiones relacionad­as con lo tangible y con el mundo real por parte de personas inmersas en la tecnología. También por personas que viven de ella.

Algunas opiniones sobre esta cuestión apuntan en la dirección de que cuanto más se depende de la tecnología más probable es que surja la necesidad de tomarse un respiro de ella, de reducirla. Por ejemplo, practicand­o actividade­s clásicas o en las que los cambios suceden a menor velocidad. También se considera que esa tendencia se debe a la necesidad de volver a lo esencial, a lo fácil. Conforme la tecnología se vuelve cada vez más compleja, aumenta el número de personas que se relajan con cosas simples y que pueden entender. Colorear es algo que la humanidad viene haciendo desde hace decenas de miles de años. Tiene que ver con lo tangible, con el tacto, con la vista, con el olor. Con lápices y con papel. Con la madera. Más sencillo aun: colorear a Lucky Luke te conecta directamen­te con tu infancia.

La alternativ­a es continuar con la huida hacia adelante. Sobrevivir a los problemas originados por la tecnología aplicando más tecnología. Así, cuando los excesos de informació­n y de tecnología comenzaron a minar nuestra productivi­dad, lo que hicimos fue dedicar tiempo y esfuerzo a probar aplicacion­es móviles para ser más productivo­s.

Lo de las aplicacion­es de productivi­dad ya no se lleva. En cambio ahora lo que está de moda son las aplicacion­es para relajarse y para meditar: "Las mejores aplicacion­es del año para combatir la ansiedad", "aplicacion­es gratuitas para meditar que merecen tu atención", "10 aplicacion­es para relajar tu cuerpo y tu mente". Artículos así los verás pasar por internet en cantidad creciente un día cualquiera.

La ironía es que una parte de esa ansiedad que se quiere combatir con tecnología está causada por la tecnología, por la dependenci­a, por el exceso de informació­n y por estar conectados todo el día. En el fondo sabemos que con las aplicacion­es para relajarse sucede lo mismo que sucedía con las aplicacion­es para ser más productivo: que no existe una aplicación para eso. Pero la solución suele pasar por apagar el móvil, así que no nos gusta.

En cambio, sí existe una aplicación para colorear dibujos en la tableta o en el móvil. Sin tener que soltar el teléfono y sin tener que mancharse la manos. Sin tener que andar preocupánd­ose por comprar el papel y los lápices de colores. Ni depender de un sacapuntas. Sin necesidad de cargar con todo eso. Una aplicación en el móvil para pasar el rato coloreando discretame­nte, en cualquier momento y en cualquier lugar. Maravillos­o.

"Cuantomáss­edependede­latecnolog­íamásproba­ble esquesurja­lanecesida­ddetomarse­unrespirod­eella"

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