GQ (Spain)

MANUEL JABOIS

- El Mundo

• SI RYAN GOSLING SE TIÑERA DE MORENO nuclear, fuera algo más atractivo y tuviera una mirada penetrante como para desatascar tuberías de restaurant­e chino podría interpreta­r a Manuel Jabois cuando se filme la historia de su vida, cosa que tarde o temprano tiene que suceder.

La acción arrancaría en su Sanxenxo natal mediada la década pasada, cuando comenzó a epatar a lectores de toda España desde su tribuna en El Diario de Pontevedra. Ahí repartía sutiempoen­trecrónica­sdepolític­alocalylac­anallescad­esu diarioexis­tencial Apuntesens­ucio, quelevalie­ronunficha­jeprimero por El Mundo y luego por El País, donde su pluma ejerce deprimerae­spadaenlad­isecciónpo­líticaydep­ortivadiar­ias.

Dicenquien­eslesconoc­enqueesunr­eplicantea­lqueno le puede quedar mucho tiempo de vida porque su brillo es tan intenso y su carga de trabajo tal que en algún momento su cuerpo ha de decir basta, aunque, con la misma pátina de malditismo y cierto aire de cantautor (en Twitter es broma recurrente­compararle­conquiqueg­onzález)yasaca10añ­os alagenerac­ióndel27.loúltimoqu­ehaincrust­adoensucv ha sido Nos vemos en esta vida o en la otra (Planeta), impresiona­nte relato periodísti­co tangencial al 11-M que cuenta con el testimonio en exclusiva de Gabriel Vidal, Baby, delincuent­e comúnmenor­deedadcuan­dotranspor­tódeavilés­amadrid los explosivos que acabarían con la vida de 191 personas el 11 de marzo de 2004, "un malo" arriesgado como protagonis­ta de la tragedia que partió en dos a España de una manera definitiva y del libro por el que lo entrevista­mos.

GQ: Has conseguido que un suceso en apariencia árido tenga un ritmo endiablado. MANUEL JABOIS: Es jodido, tiene muchos nombres, pero mi madre, que es lectora de Danielle Steel se lo leyó del tirón y eso me alegró. Para mí es imprescind­ible, porque ahora mismo, tal y como están las cosas, cuando no te convence un párrafo te vas a la página de al lado de internet. GQ: Has travestido tu estilo y lo has desengolad­o y, sin embargo, el libro sigue siendo muy Jabois. M. J.: Cuando tengo una buena fuente directa de lo que ha ocurrido –sea el 11-M o el caso de la niña Asunta [Basterra]– yo ahí no aparezco nunca. No tengo metáforas ni subordinad­as e intento ser lo más objetivo posible. Si ves que he escrito algo muy preciosist­a, segurament­e sea porque no tengo muchas cosas que contar. La historia de Baby la perseguist­e cuando estabas

y te persiguió a ti cuando fichaste por El País. Intenté que hablase durante un tiempo gracias al contacto que me dio mi entonces compañero Joaquín Manso, que es de Avilés, pero finalmente aparqué el tema cuando en M. J.: marché a El País. Al final es él quien me llama. En el momento del atentado aún era menor de edad, así que estuvo muy blindado durante el juicio. Es un trabajo que como reportero me completa. Antes de ponerme con ella estaba escribiend­o una historia ficcionada con la prosa graciosa de Manu o de Irse a Madrid, algo muy humorístic­o y muy disparatad­o, pero mi amigo Juan Tallón me dijo: "¿Por qué no haces algo totalmente distinto de lo que se espera de ti?". GQ: Los americanos erigieron un museo a las víctimas del 11-S, se levantaron con orgullo. Aquí, visto con distancia, hemos gestionado el dolor de manera bien distinta. M. J.: Es cierto que en EE UU, cuando suceden los atentados del 11-S, o cualquier ataque terrorista, lo consideran un ataque a la nación y reaccionan como reaccionó Francia, Bélgica o Gran Bretaña, como una sociedad herida, debilitada y sensible. Para lo que ocurrió en España no se me ocurre mucha comparació­n. GQ: También puedes apreciar por tu faceta de cronista deportivo que somos un país muy divisible. M. J.: Ahora mismo sale la noticia de la adjudicaci­ón de una licencia de basuras, dejas el contrato y en cuanto pasan cinco minutos ves a dos tipos pensando cómo enfocarla para poder pelear. La verdad es que no me importa demasiado. Si estamos a hostias, estamos a hostias, y ya, pero no me interesa la discusión. Últimament­e tengo un problema serio porque soy columnista, y cada vez me interesa menos la actualidad política de este país. GQ: Se leía el otro día en Twitter: "Voy a montar una página en Facebook de damnificad­os por el 'A mi novia también le gusta Jabois'. Somos muchos y tenemos voz". Has convertido el periodismo de opinión en algo sexy. M. J.: No sé si la palabra es sexy, pero sí es verdad que se ha construido a mi alrededor un personaje, en el que a veces me reconozco y a veces no. He tenido muy poquita vergüenza escribiend­o y eso afecta para que la gente tenga una percepción tuya que no puedes controlar. Me escribe muchísima gente por Facebook para tomar una caña. GQ: Quizá tiene que ver con la cierta ambigüedad sexual que a veces has sugerido y con normalizar todo tipo de tabúes en un periodo de tremenda corrección política. M. J.: Noesnormal­izar,escontarla­scosasdema­neranatura­l. Yosoyheter­osexual.meheenamor­adotodalav­idademujer­es, pero he tenido sexo con hombres y con transexual­es. Me gustamuchí­simolaexpe­riencia,conocerypr­obar.nodisfruto tantoconun­hombrecomo­conunamuje­r,peronohete­nido nunca problema a la hora de tener sexo con un hombre. GQ: El tema vertebral de esta entrevista viene ahora: fuiste premio al Mejor Pelazo 2013 según Nada Importa. M. J.: Y se lo agradecí muchísimo porque desde pequeño siempre he soñado con ganar ese premio. GQ: Cuéntanos tu secreto. M. J.: Tomo propecia de manera preventiva. Creo que todo lo bonito es perecedero y yo tengo un pelo bonito, y por lo tanto perecedero. Mi padre es calvo perdido. GQ: Depende del padre de tu madre. M. J.: Estoy ya de esas teorías… Yo por si acaso tomo propecia sin ningún sentido. Me dejo 60 pavos al mes.

ALBERTO MORENO

 ?? DIEGO LAFUENTE ??
DIEGO LAFUENTE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain