'Septiembre'
Woody Allen llegó a declarar en una ocasión que Comedia sexual de una noche de verano (1982) y Septiembre (1987) habían sido sus dos mayores desastres comerciales [cita requerida]. La primera, aun así, introducía desde su propia sintaxis dos reclamos con potencial para expandir el target (el factor 'comedia' y el factor 'sexo'). La que nos ocupa, con gente ya muy circunspecta poblando el póster promocional, sin Allen dentro del elenco y con ecos de Henrik Ibsen e Ingmar Bergman, solo podría interesar a los fans del mes de septiembre que, como todo el mundo sabe, es el más triste de los meses veraniegos.
Si Grease (Randal Kleiser, 1978) había establecido la década anterior la vuelta al curso escolar como una idealización del descanso estival, Septiembre vendría a ser su antítesis más simétrica. "Después del retiro en la casa del lago toca volver a la civilización y en una noche condensaremos toda la bajona", podría muy bien haberse subtitulado la séptima de las 13 colaboraciones de Mia Farrow con el director brooklynita, tándem que se extendería más allá de lo artístico.