SEXO, Y CINTAS DE VÍDEO
Mantequilla (ANTOLOGÍA DEL CINE TÓRRIDO)
El casco sensorial:
Stallone y Sandra Bullock se lo montaban de lo lindo, pero sin tocarse un pelo.
Antes de las 50
sombras hubo otro sr. Grey mucho más tórrido. James Spader sometía así a su sumisa secretaria.
Realidad sin ficción.
Michael Winterbottom filmó sexo explícito entre sus protagonistas.
El siglo XXI trajo consigo un retroceso en todos los campos. Movido más por la cartera que por la moral: cualquier cosa que pueda interpretarse como sexo en un taquillazo corre el riesgo de que te restrinjan la cali cación por edades. Todo tiene que ser para toda la familia para ganar cientos de millones de dólares, y no hay que molestar nunca a nadie. A Michael Bay, que con su serie Transformers se ha reído de todo, desde la nostalgia hasta la corrección política de Hollywood, se le ocurrió una idea brillante. Megan Fox, la encarnación de la Daisy Dukes de los 70, tendría sexo con un robot que se convierte en coche. Con un puñado de efectos especiales, antes que con Shia Labeouf haciendo de pardillo. ¿Cómo? Lavándolo con pasión, diciéndole al espectador que ahora, en Hollywood, esto es todo lo que puedes ver: a un mito erótico en ciernes masturbando a un juguete de los 80 hipertro ado que habla con éxitos del pop.