'brexit' a la griega
¿VA A SALIR REINO UNIDO DE LA UE? La respuesta es no. El proyecto de esta unión fue diseñado por una élite político-empresarial cuyo objetivo era dejar atrás las guerras del siglo XX expandiendo el libre comercio. Que es un proyecto sin sustrato social y con defectos democráticos es evidente. Pero pese a los trompicones, el viaje es una constante hacia delante porque el empuje que lo mueve es económico y está basado en hacer dinero de forma eficiente. Cómo hacemos para obviar el voto de los británicos, se preguntarán los miembros de esa citada élite… Fórmulas hay muchas. El precedente inmediato está en Grecia. Después de unas negociaciones con condiciones muy duras para conseguir más dinero de la Troika, el gobierno de Tsipras convocó un referéndum preguntándole a la gente si aceptaban esas duras condiciones. La gente dijo que no. Tsipras pasó del resultado del referéndum, aceptó las condiciones europeas, convocó elecciones y la gente lo refrendó en su cargo.
Por supuesto que habrá consecuencias políticas (que afectan localmente a los británicos) por el resultado de las urnas. La dimisión de David Cameron fue el primer episodio de la serie y, como en Juego de tronos, habrá muchas víctimas. No obstante, imaginemos que realmente se pone en marcha la desconexión. En ese caso, el proceso será lento y se habilitarían mecanismos para que los mercados británicos no dejen formalmente de ser parte de la UE (al margen de lo que hagan sus ciudadanos). Tal y como ocurre con Noruega, Islandia o Liechtenstein, las islas británicas pasarían a formar parte del Espacio Económico Europeo, lo que haría virtualmente inapreciable –desde el punto de vista económico-comercial– el brexit de las urnas. Hasta que la tormenta no amaine habrá convulsión en las bolsas –datos malos, caídas de rating…–, todo fruto de una incertidumbre que empuja a los agentes al miedo. Miedo que, por cierto, impulsará una solución griega para que nadie se salga… ¡Hodor!