'God save the Queen!'

The Crown (estreno en Netflix el día 4) narra los primeros años del reinado de Isabel II y su compleja relación con Winston Churchill.

Miremos un instante al pasado: el 6 de febrero de 1952, justo el día de la muerte de su padre el rey Jorge VI (exacto, el monarca tartamudo que inspira El discurso del rey), Isabel Alejandra María Windsor se convierte en Isabel II del Reino Unido. Se coronaría más de un año después, el 2 de junio del 53. En el trono se mantiene aun hoy, siendo desde 2007 la monarca más longeva de la interesantísima (y ajetreada) historia británica. El comienzo del reinado de Isabel II es precisamente el punto en el que arranca The Crown, la nueva serie original de Netflix (de estreno este 4 de noviembre). Inspirada en la obra The Audience, la serie se centra, así a vuelapluma, en esa chica de 25 años que tuvo que liderar una casa real en un momento histórico de lo más turbio: Europa seguía sufriendo los efectos de la guerra contra los nazis y la tarta del poder se la repartían sobre todo yanquis y soviéticos. Y todo esto mientras lidiaba, a medio camino entre el palacio de Buckingham y el número 10 de Downing Street, con el político más influyente del país, el primer ministro Winston Churchill. No podemos negarlo: tuvo que ser una experiencia de lo más abrumadora. Y ahora podemos conocerla mucho mejor.

The Crown

(The Queen El desafío: Frost contra Nixon)

(Billy Elliot).

Con mi silueta de esquimal o de mapa de los lagos finlandeses, yo marqué el despegue del arquitecto Aalto como diseñador industrial. Él tuvo el mérito de crearme; Iittala, mi patente y los beneficios. De vidrio soplado en molde a la vieja usanza, necesito siete artesanos que trabajan más de 12 horas para que yo pueda nacer. Vamos, ¡todo un parto! Me encuentras en cristal, en versión plato o como tabla de cortar, en diversos tamaños colores… Pura y expansión para celebrar mis 80.