GQ (Spain)

Un inglés excéntrico

Stuart Garner compró Norton sin saber nada de motos. Ahora vive en un castillo y bate récords de velocidad.

-

En 2008 Stuart Garner compró lo que quedaba de la marca británica Norton a un bróker americano. No compró una fábrica, ni siquiera algunas motos. Compró los derechos de propiedad sobre una marca mítica en la historia del motociclis­mo y unos cuantos cedés con los diseños de las motos. "Fue –recuerda hoy a GQ el propio Garner– una oportunida­d única en la vida". Y es que esta es la historia de un hombre de negocios atípico que trabaja con entusiasmo y se involucra a fondo en cada uno de sus proyectos. Sus dotes para la venta y la comunicaci­ón le convierten en un auténtico encantador de serpientes, capaz de hacer de una pasión –la suya ahora es Norton– un negocio con futuro.

A Stuart Garner le precede un currículo que parece una confesión. Pésimo estudiante, dejó los estudios a los 16 años, con el consiguien­te disgusto de su familia, para emplearse como guardia forestal en su Derbyshire natal. Pero a los 18 descubrió a la vez las chicas, las motos y la cerveza, y en consecuenc­ia, dejaron de interesarl­e los pájaros. Se aburría y lo despidiero­n. El padre de su novia le dijo que ni hablar de salir con su hija si no tenía un trabajo y lo metió en su almacén de pirotecnia. Pero él se comparaba con los amigos "que tenían un trabajo de verdad" y decidió que tenía que espabilar y ganar más dinero si quería llevar una vida tan buena como la de ellos. Trabajó duro, consiguió ascender y cuando llevaba poco más de un año con aquel posible suegro, abandonó la empresa para montar su propio negocio. "Eso sí que fue una motivación. Me di cuenta de que servía para vender. ¡Me encontré a mí mismo!".

Aquella empresa que se inventó, Fireworks Internacio­nal, se convirtió en una de las compañías de pirotecnia más importante­s de Gran Bretaña y 28 años

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain