Cómo ser 'cool'
El director de diseño de Citroën, Alexandre Malval, es el responsable de dar forma a una marca juvenil y avant-garde.
Reinventar una marca de automoción para hacerla atractiva al público joven en un nuevocontextoglobalnoesunatareafácil.perosihayunanormanoescritapara llevar a buen término un desafío semejante es que, ante la duda, mires siempre hacia el pasado. A ese pozo de sabiduría lleno de respuestas llamado herencia. Cuando Alexandremalvalsehizocargodeldiseñodecitroën,en2012,acababadeserlanzado al mercado un coche tan rompedor como el C4 Cactus. "Tanto la prensa como los consumidores se preguntaban si a partir de ese momento solo íbamos a hacer coches pequeños y si esa iba a ser nuestra estética", nos cuenta el francés. "Por eso tanto Linda Jackson [presidenta de Citroën] como Xavier Peugeot [vicepresidente de producto] nos pidieron que hiciéramos un showcar como el Aircross, para mostrar cómo se adaptarían esos códigos a un C-SUV". Así, el público descubrió que todos esos rasgos de diseño eran perfectamente coherentes con la historia y, por supuesto, con el futuro de la marca; que pasa, cómo no, por fabricar un SUV, una tipología de vehículo sin tradición en la casa que habrá de adaptarse a las líneas maestras de la marca de los dos chevrones. "Tenemos una serie de marcadores que no nos podemos saltar. En el interior del automóvil son esenciales los conceptos de espacio y confort, con un salpicadero sin demasiados botones. Y en el exterior queremos superficies limpias, simples, casi evidentes, al estilo de los antiguos BX o GS, que eran coches puros, casi una expresión de la aerodinámica". Todos estos puntos se resumen en el Cxperience, el concept car de salón rodante que la marca acaba de presentar en París.