El mueble bar
De la ginebra: un buen anfitrión necesita un buen surtido.
(1) En el resto del mundo, el vodka está tomando el relevo a la ginebra. Es un licor preparado para saborearlo, en pequeños sorbos, y que debes tomar lo más frío posible (no te preocupes, nunca se congela). (2) El ron, por su parte, es una bebida a la que hemos castigado demasiado tiempo. ¡No la mezcles con refrescos! Prepara cócteles –si es blanco–, sírvelo solo con hielo y, si es añejo, échale un chorrito de agua mineral.
Cava Gran (32 €), ron Bacardí 8 años (22 €), ginebra (46 €), ron Imperial Onyx (43 €), vodka Red (45 €, edición limitada para la RED Foundation), vodka (32 €) y ginebra (16 €). Bandeja años 70 (40 €) y jarrón de cerámica danesa años 70 (55 €), ambos de pisapapeles de cristal (20 €) y hormiga metálica (16 €), ambos de
Ron Añejo Extra Viejo Vaso con filo plateado de juego de construcciones años 80 de y cubitera italiana años 70 de
Jersey negro y pantalón negro de corte deportivo
no hay ninguna ley de estilo que haga incompatible vinos y espumosos con licores.
Cava Cordon Negro (7 €), ginebra ginebra edición especial Aniversario (23 €), vino (18,50 €), ginger ale (1,40 €) y bourbon (23 €). Jjirafa de bronce años 50 de (550 €) y frutero de acero años 70 de
Champagne R. D. 2002 (220 €), champagne (44,25 €, el pack Bursting Bubbles Bath) y cava Anna de Blanc de Blancs Reserva (9,50 €).
Copas (10 €) y hormigas metálicas, ambas de
(16 €). Esmoquin
charol estampados
y reloj de calcetines
Este exquisito italiano lleva la firma de Ángel Marino, todo un clásico de la buena pasta (como ya demostró en sus aventuras anteriores al frente de la Taverna Siciliana o el Mercato Ballaró). Aquí, en Fornería Ballaró, los protagonistas son un noble horno de leña y una carta pensada para compartir en la que prima el producto de temporada de calidad. Un ambiente elegante y acogedor y una terraza llena de gente guapa completan el cuadro. Los caprichos: de la pizza margarita de buffala a la lasaña clásica, pasando por los linguine al ajo, aceite y peperoncino o los caseccere alla diavola. Especial mención merece el kebab de porchetta, lechón de Segovia, rúcula, mayonesa y un exactísimo toque de picante. Precio medio: 35 €. El rodaballo de Guetaria (Vizacaya), la merluza de Cudillero (Asturias) o la gamba de Palamós (Gerona) son algunos exquisitos bocados que se pueden degustar en este restaurante de altura, inspirado en el interior de un barco y situado en la planta 24 del mítico edificio Colón, con espectaculares vistas de 360º sobre la Ciudad Condal. Aquí no hay carta que valga, se come lo que ese día proporcionen el Cantábrico y el Mediterráneo. El chef y empresario Enrique Valentí capitanea este pecio de éxito. Las estrellas: sepionets con alioli, sardinas espetadas con tomate marinado, rodaballo a la brasa y la tarta de almendras.
60-70 €.
7.
Si es posible, al pie de la escalinata misma del avión en el que lleguen. Con militares uniformados y alfombra roja. Si no eres jefe de Estado, y la azotea de tu edifico carece de helipuerto, te estarás ahorrando problemas y bastará con que salgas al recibidor.
8.
Está feo encargar tareas a los invitados (traer hielo, poner los platos…). Pero si después de todo vas a hacerlo, sé ambicioso. Monta un taller textil clandestino con turnos de 14 horas y salarios bajos. Que trabajen para ti. Think big.