Electrónica Misteriosa reina roja del pop con sintetizadores.
Alison Goldfrapp es la gran artista de la electrónica contemporánea. En realidad no está sola, porque bajo su apellido opera también Will Gregory, pero suyas son la voz y la imagen que identifican al dúo británico. Goldfrapp cambia de estilo sin pestañear, saltando del pop noir al folk pagano, pero de alguna manera siempre acaba volviendo a sus raíces sintetizadas. A estas precisamente suena Silver Eye (Mute/ Pias), un disco en el que la vocalista tiñe de morbo y misterio los ritmos robóticos de canciones como Anymore o Everything is Never Enough. Nadie mejor que Goldfrapp para ponerle ritmo de baile a las fantasías, sexuales o no.