COMPRA LO QUE PUEDAS PAGAR
Se atribuye a Aristóteles Onassis la frase "si te preocupa lo que cuesta mantenerlo, es que no puedes permitírtelo". Es un mandamiento que deberías grabarte a fuego antes de comprar un clásico. Solo durante el primer año, has de reservar un 30% del precio del coche solo en arreglos. A partir de ahí, y dependiendo del modelo, prepara entre 1.000 y 2.000 euros anuales más. Hay un método para calcular cuánto te costará reparar cualquier problema que le detectes antes de comprarlo: suma el precio de las piezas de repuesto más el de las horas de mano de obra y auméntale un tercio del total. Ah, y no te olvides de comprobar si el coche presenta cargas de tráfico.