El hombre que susurra a los relojes
El nuevo presidente de la división de relojes y joyería de Calvin Klein es italiano en el sentido más amplio de la expresión: en su porte y sus maneras, en su acento reconocible pero cosmopolita (habla cinco idiomas), en el gusto que destila y, sobre todo, en sus palabras. Director creativo de Swatch y, desde octubre de 2016, a la cabeza de los relojes de Calvin Klein (la licencia pertenece al grupo suizo), visita Madrid y comparte con GQ su larga experiencia en el diseño y la relojería. Carlos Giordanetti es además una especie de trotamundos profesional: fue neoyorquino en los 90, alemán de Hamburgo durante seis años, parisino y turco a ratos, y también muy suizo, aunque nunca se ha identificado del todo con Zúrich, "una ciudad muy bonita pero que carece de olor y de sonido".
Desde 1987 se ha ido y ha vuelto de la relojería en varias ocasiones y ahora está centrado en dar una imagen más unificada y aún más depurada a Calvin Klein. También en su entrada a un universo coherentemente colorista, en el que las colecciones de relojes respondan a cuatro tonos básicos. Este año, conforme a las recomendaciones del Instituto del Color Pantone, le toca destacar al verde. "Es un color muy difícil y conozco ese refrán que dice que quien se viste de verde por guapo se tiene". Pero lo cierto es que esta tonalidad viene pisando con fuerza para reemplazar al azul, con el que todo el mundo se siente a gusto, pero que ha comenzado a saturar el mercado. Las colecciones Minimal y City así lo reflejan, y comparten protagonismo con la gran estrella de Baselworld de este año: Buste, una línea enérgica que entra con decisión en la cartera de valores seguros de una temporada caracterizada por la ausencia de riesgo.
Hablamos inevitablemente del minimalismo, estilo que identifica a los relojes y joyas de Calvin Klein. Pero, ¿cómo se puede seguir innovando sin rebasar los límites conceptuales? "Es un desafío encontrar un lenguaje diferente permaneciendo fiel al concepto de la marca. Si pudiera ir en todos los sentidos sería fácil… Es un reto apasionante, pero muy difícil. Todavía más complicado en el caso de las joyas, porque están hechas para decorar".
Aun así, la marca ha encontrado de nuevo la manera de hacerlo con una colección de alhajas unisex que está arrasando. Volviendo a los relojes, Giordanetti se muestra optimista frente al público más joven, ya que una buena parte parece decantarse por la vuelta a las cosas más tradicionales: prefiere apearse de la tecnología y buscar relojes más convencionales y sin estridencias. Así que Calvin Klein está de suerte porque, como dice Carlo, pertenece "a la categoría de marcas que no hacen ruido, sino que susurran".