CINCO CLAVES PARA UN ESTILO LIGERO
1Con doble botonadura, ajustada a la cintura o con cuatro o dos bolsillos, la sahariana en color camel es esencial a la hora de reproducir el estilo aventurero. La versatilidad de esta prenda la hace perfecta para la época estival, gracias a su fabricación en tejidos naturales como lino o algodón. Además, se deja combinar fácilmente con una camisa o camiseta blanca.
2Esta temporada, las alpargatas se convierten en un accesorio imprescindible. Ya sean de color arena o blancas –los más atrevidos pueden optar por opciones mucho más explosivas–, admiten combinaciones con opciones informales e incluso con prendas más formales, como un traje de chaqueta.
3Los jerséis, aunque sean prendas más propias del invierno o el entretiempo, resultan fundamentales para montar un look ligero. Por el día te salvarán de esos infames aires acondicionados que te taladran la cordura; y por la noche te permitirán protegerte de los cambios bruscos de temperatura. Elígelos siempre de algodón o de punto y vístelos con una camiseta básica o una camisa –si no quieres sudar como un condenado o rascarte como si tuvieras la sarna, te recomendamos que nunca te los pongas sin nada debajo–.
4Dicen que las prendas en tonos claros suelen ensuciarse fácilmente y es cierto. Por eso debes tener especial cuidado si vistes unos pantalones chinos o jeans blancos. Su color neutro permite que cualquier tono vaya bien con ellos, pero cuidado, presta atención a este consejo: para evitar que se ensucien en exceso, llévalos al modo rolled pants –recogidos en un par de vueltas al bajo– o haz que un profesional le dé un tajo al largo.
5¿Y qué hay de las mochilas y los bolsos? En verano, una estación concebida para viajar, elige complementos fabricados con tejidos resistentes y de colores que aguanten el polvo, la arena o la lluvia. O sea, grises, ocres, azules oscuros o caquis.