Juan Mata, estrella del Manchester United: el español más cool de la Premier League.
Hay algo de excitante rareza en todo lo que rodea a Juan Mata (Burgos, 1988). Futbolista exquisito y genuino exponente del estilo técnico y dominador de la selección española, no sólo ha sabido adaptarse a la exigencia física y a las jaurías de las defensas inglesas, sino que ha conquistado desde el primer día el corazón de los aficionados –primero en el Chelsea y después en el Manchester United–.
Tantas son las paradojas a su alrededor que nos recibe en la gris y lluviosa Mánchester en un bonito día soleado. Si el Mata londinense era habitual del Royal Albert Hall y Camdem Town, el mancuniano frecuenta el Matt & Phreds Jazz Club y el Northern Quartet. "Londres tiene muchas ciudades en una. Mánchester es más pequeña, pero es una ciudad divertida. Las referencias que tenía antes de venir no eran demasiado buenas, pero ha superado mis expectativas. Aquí hay barrios interesantes donde pasan un montón de cosas", dice. Un dandi que lejos del estadio se aparta del cliché de futbolista culturalmente apático que camina por el mundo con gorra de visera y auriculares gigantescos. Si algo le sobra es estilo. No es por tanto casual que sea embajador de la firma de relojes IWC. "Un reloj puede determinar mucho el look de una persona", confiesa.
De casta le viene al galgo. Hijo de futbolista, la clase irradia en el clan por parte de su abuelo, una referencia a la hora de adaptarse a los rigores del estilo British: "Mi abuelo siempre fue muy elegante. Le recuerdo vestido con mucha clase, con su pañuelo, siempre bien peinado. Fue un modelo para toda la familia, no sólo en eso, sino en muchas otras cosas. Quizá por ello trate de imitarle, sí". Su pérdida, en vísperas de la final de la Copa de la Liga frente al Southampton, ha sido otro revés dentro de un año complicado por culpa de las lesiones. "Fue un partido especial y difícil. Mi abuelo fue muy importante en mi vida, en lo personal y en lo deportivo, responsable en buena medida de que hoy juegue en el United y de mi carrera futbolística. Quise jugar por agradecimiento y por tratar de dedicarle ese título a él. Por suerte, ganamos y pude hacerlo".
Quizá la metamorfosis de la propia Mánchester, que ha pasado de ser la primera urbe de la era industrial a una ciudad dinámica con una notable vida cultural, sea la metáfora perfecta para definir el momento deportivo de Juan. Chimeneas de ladrillo y edificios vanguardistas conviven de la misma manera que lo hacen el poderío físico de la Premier League y el talento de Mata. Aunque
ya no queda nada de ese Mánchester que Tocqueville describió como "una sucia alcantarilla de la que fluía oro puro", permanece el telón de fondo de los edificios industriales reconvertidos. Hoy su principal yacimiento aurífero es el Manchester United, el club más rico del mundo en la liga más poderosa. "El formato de la Premier es espectacular en cuanto a organización, aforo de los estadios, pasión de los aficionados, partidos televisados, horarios, la difusión… está todo muy bien organizado", explica.
Damnificado por la llegada de Mourinho al Chelsea, que le obligó a partir tras dos brillantes temporadas en las que fue elegido el mejor jugador por los aficionados, su actual cohabitación en el mismo vestuario con el técnico portugués es pacífica. De hecho, la encarnizada enemistad de éste con Guardiola se ha apaciguado también, pese a que los dos entrenadores ocupan sendos banquillos de los eternos rivales. "Quizá se deba a que ninguno de los dos equipos hemos podido pelear por la liga. Ha sido una temporada emocionante, sobre todo al principio. Cuando llegaron los dos parecía que Mánchester era el epicentro del fútbol mundial. Todos los focos estaban puestos sobre los dos equipos de la ciudad".
Los aficionados españoles que anhelamos su regreso tardaremos en verle de vuelta. Con la vista puesta en el próximo Mundial de Rusia en 2018, volver a España no está entre sus planes inmediatos. "Llevo seis temporadas en Inglaterra y obviamente echo de menos mi casa. Cada vez que voy y veo a mi familia y a mis amigos, siento nostalgia, pero a nivel profesional me siento muy bien y muy adaptado a la Premier, a los horarios ingleses y la vida en Mánchester, y gozando del reconocimiento de la afición". Que una grada cuyo santoral incluye a Sir Bobby Charlton, Eric Cantona y George Best rinda adoración a Juan Mata es todo un indicador de su talento y carisma.
Por suerte, crece en él la idea de seguir vinculado al fútbol cuando acabe su carrera, quién sabe si en los banquillos. "Con el paso de los años me interesa más la parte táctica del fútbol, la manera en que un cambio en el sistema puede variar un partido. Además, la manera de liderar de los entrenadores y su personalidad influyen en los jugadores. Y quizá por ahí pueda hacer algo". Si a sus virtudes para leer el fútbol se añade su inteligencia emocional, el resultado puede ser muy estimulante.
Campeón europeo y del mundo, ávido lector (de Galeano a Murakami, pasando por Bukowski), capaz de recitar versos en público y fuertemente involucrado en actividades solidarias, Juan Mata es un futbolista moderno con emocionantes acentos del pasado. Siempre puntual a la cita con el gol. Su tiempo está lejos de agotarse.