Ante todo, mucha calma
Jorge Drexler sigue empeñado en renovar el concepto de cantautor en castellano.y a juzgar por su nuevo disco, Salvavidas de hielo, lo está consiguiendo.
Cuanto más me limito, más me libero", afirmó hace décadas el compositor Igor Stravinsky en uno de sus ensayos sobre música. La cita le sirve ahora a Jorge Drexler para explicar su nuevo disco, Salvavidas de hielo (Warner): "No tiene ni un solo sonido que no provenga de una guitarra. No hay bajo ni batería. Todo está sacado de guitarras tocadas o sampleadas, hasta las percusiones. En un mundo donde tenemos todos los géneros posibles a un clic de distancia, yo he querido hacer un ejercicio de austeridad y minimalismo. Llevo 40 años tocando la guitarra, pero gracias a este álbum he descubierto en ella sonidos que aún desconocía". De aquí viene su referencia a Stravinsky, ya que al usar una instrumentación tan limitada se le abrieron nuevos caminos con los que conformar una obra que da un giro a la discografía de un cantautor muy ligado a la poesía.
A Drexler, uruguayo afincado en España desde hace 20 años, no le gusta revelar los significados de sus letras ("tienen un potencial evocador que puedes cerrar si das explicaciones"), pero concede que, en general, este es un disco de restricciones: "Es un ejercicio de selección en un mundo en el que constantemente se nos dice que podemos tenerlo todo". Salvavidas de hielo, asimismo, toca temas contradictorios porque la realidad "no es unidimensional": "Esta obra habla tanto de nuestra necesidad de estar en silencio como de nuestra urgencia por comunicarnos. Trata sobre el movimiento como dinámica para mantenernos vivos". Precisamente, el cantautor, ganador de un Oscar a la Mejor canción original (Al otro lado del río, del filme Diarios de motocicleta), es un ejemplo de movimiento a todos los niveles ("si quieres que algo muera, déjalo quieto"), ya que sus discos varían de uno a otro y a él le cambió la vida el día que decidió venir aquí a probar fortuna con sus canciones. Por eso, Drexler es reflejo de lo que ocurre cuando un artista, lejos de acomodarse, deja que el instinto le guíe. Con Salvavidas de hielo lo ha vuelto a demostrar.