MODA VASCA
Si las tendencias te aturden, opta por un clásico (y sé moderno con un diseño de hace 100 años).
Pelotari Project es la firma que ofrece piezas inspiradas en la estética tradicional del País Vasco. Su último lanzamiento, la chaqueta Kaiku, cuenta con un acabado en paño de lana y presume de ser impermeable. ¿Lo mejor? Que no se arruga.
No existe un acuerdo general sobre qué parámetros coronan a un reloj como el más legendario o el más icónico, pero el Tank de Cartier, creado en 1917, supuso toda una revolución en el diseño por la geometría de su caja, sus números romanos, el índice tipo ferrocarril y el cabujón de zafiro de su corona. Con este modelo largamente versionado, la firma francesa abrió una nueva vía sobre las posibilidades formales de un reloj de pulsera. Añade a esta pieza de coleccionista una americana de tweed y ya no necesitarás nada más.
La nueva colección de cronógrafos se presenta en la configuración originaria de 2008, con una esfera en dos tonos y contadores de mayor tamaño. Tanto la caja como el brazalete son de acero.
No es habitual que un tenor alcance con sólo 44 años el nivel de reconocimiento que disfruta Flórez. Este hijo de cantante ha ido "quemando etapas", como él mismo reconoce, y ha conseguido multitud de premios: "Yo pretendía estudiar seis años en Filadelfia pero estuve tres, y ya querían que cantara en Europa. Siempre me han gustado los retos y saltar al vacío, nunca me ha motivado demasiado la planificación. Mi hermana suele decirme que tengo una gran capacidad para visualizar lo que deseo, pero puedo asegurar que no es algo premeditado. Y eso, unido al esfuerzo y al trabajo, me ha traído hasta aquí".
Desde hace unos años, Viena es su centro de operaciones, donde reside con su familia. Desde allí dirige su hiperactiva agenda, un calendario de vértigo que le ha llevado a los mejores teatros del mundo: "Debuté reemplazando a un tenor que había enfermado y a continuación Riccardo Muti me tomó para la inauguración de la temporada en La Scala. Mi vida ha sido una carrera de esfuerzo y mucha tensión, pero haber conocido a tanta gente y visitado tantos países es algo que me ha enriquecido mucho".
Entre recital y recital, Flórez también saca tiempo para hacer conciertos benéficos y grabar discos. Su próximo trabajo, Mozart (Sony Classical), se publicará el próximo 6 de octubre. El álbum recoge diez temas que ha grabado con la orquesta La Scintilla, dirigida por Riccardo Minasi: "La ópera es algo atemporal y a la vez muy actual. Sus historias son tan chocantes que ni siquiera las películas más violentas se acercan a representar algo semejante. Son temas que fueron escritos hace años y que, con las puestas en escena contemporáneas, alcanzan un nivel de gran dramatismo. Hay gente que incluso llora en el teatro".
DE LAS CALLES AL CIELO
Si algo enorgullece al tenor peruano es su trabajo al frente de Sinfonía por el Perú, un proyecto sin ánimo de lucro que desarrolla lejos de los grandes escenarios. En 2011 creó un sistema de orquestas y coros infantiles y juveniles que ha conseguido sacar de la exclusión a más de 6.000 niños. Actualmente cuenta con veinte centros en su país: "Quienes participan no pagan nada, simplemente tienen que superar una convocatoria que no exige una formación previa. De esta manera consiguen ver la vida de otra forma gracias a la música y se integran en la sociedad. Ese es el gran milagro. Se trata de un programa social a través de la música".
Sin duda, la experiencia vital del cantante fue determinante a la hora de concebir la iniciativa: "En mi caso no puedo decir que mi familia fuese pobre porque no sería justo, éramos de clase media baja. Mis padres se divorciaron cuando era muy pequeño y para mí irme a estudiar a EE UU primero y luego a Italia significaba hacerlo o hacerlo. Hice un gran esfuerzo por irme de mi casa y de mi país, y eso marca mucho. Tenía que luchar contra todo, pero había que hacerlo. No había alternativa. Y eso es justo lo que les pasa a los niños de Sinfonía por el Perú que, teniendo pocas posibilidades económicas, toman esta oportunidad como si no tuvieran otra cosa. Cogen el violín y éste se convierte en su instrumento de vida porque es lo único que tienen. Así salen adelante. En eso precisamente consiste la inclusión social, en tomarlos y hacerles que sientan que son alguien".
"Me gustan los retos, saltar al vacío; no me motiva la planificación", afirma el tenor