Raúl y Borja Prada VALDESIL
Galicia es mucho más que albariño: uvas autóctonas como la godello, que la familia Prada Gayoso vendimia desde el siglo XIX, también asombran al mundo.
Corría el año 1885
cuando José Ramón Gayoso Santín plantó el primer viñedo de uva godello del mundo en la comarca de Valdeorras, una región algo remota e idílica de Orense bañada por el río Sil. Sus paisanos viticultores preferían apostar por variedades extranjeras tras la plaga de filoxera que arrasó las vides. Gayoso, fiel a sus raíces, optó sin embargo por una uva autóctona gallega que no tenía tradición vinícola. El vino resultante que produjeron sus hijos nunca fue comercializado, pero dos de sus bisnietos, Raúl y Borja Prada, lo exportan hoy en día a más de 30 países. Para estos hermanos, el vino es más que una cuestión familiar: "La pasión y el cariño por una zona y unas variedades desconocidas hasta hace muy poco es lo que nos impulsa a hacer lo que hacemos", explica Borja. "Amamos la tierra de la que provenimos y queríamos mostrar al mundo que podía dar grandes vinos". Ambos están al frente de Bodegas Valdesil, un negocio que impulsó su padre y que ahora produce casi una decena de marcas distintas, utilizando otras variedades autóctonas de uva además de la godello, como la
TRADICIÓN FAMILIAR
Raúl (izquierda) y Borja Prada han elevado el sueño de su bisabuelo a la estratosfera. mencía o la maría ardoña. Su filosofía de elaboración es pionera en Galicia y está basada en el concepto de
cru, es decir, tratar cada parcela de manera individual, poniendo el énfasis en la energía que cada tipo de suelo es capaz de imprimir al vino. Es la mejor manera, según explican los bodegueros, de aprovechar la extraordinaria diversidad geológica de Valdeorras –una de las mayores de España–, donde se encuentran afloramientos de rocas de pizarra, granito, caliza, etc., que dan lugar a un universo de terroirs totalmente distintos unos de otros. El estandarte de la bodega es el vino que le da nombre,valdesil, un blanco que ya ha cumplido 25 añadas y que es el primer godello que es sometido a una crianza sobre lías (microorganismos). Este proceso aporta propiedades organolépticas y una mejoría de la estabilidad físicoquímica, aumentando la untuosidad y suavizando la astringencia. "Los godello son muy complejos y delicados. En nariz tienen una parte femenina por su suavidad en aromas y luego en boca tienen un carácter masculino por su volumen y cuerpo, único para los blancos", cuenta Borja. "Es una variedad que absorbe muy bien las características del terroir y que tiene gran capacidad de envejecimiento. Por todo ello está teniendo tanto éxito dentro y fuera de España". En parte debido a la crisis –pero sobre todo a su grandísima aceptación en países como Inglaterra y Estados Unidos–, alrededor del 80% del volumen de producción devaldesil se exporta al mercado internacional. "Los vinos de godello empezaron a despegar fuera hace diez años, porque en otros países son más abiertos a probar cosas distintas", afirma Raúl. "En España costaba que la gente se atreviera con un blanco gallego que no fuera albariño, pero afortunadamente las cosas están cambiando. Estamos muy orgullosos de haber contribuido a ello".