Vinos para maridar
A este vigneron Burdeos se le quedó pequeño, así que se vino hasta España para revolucionar Rueda y su verdejo.
Borja y Raúl Prada son los primeros en admitir que gran parte de su éxito se lo deben al apoyo que han brindado grandes chefs y sumilleres a sus vinos. Martín Berasategui, por ejemplo, creó un plato específico para su Pezas da Portela y Josep Roca eligió el Pedrouzos para la cena de inauguración de la gira internacional del Celler de Can Roca. "Es el mayor orgullo que podemos tener, porque la idea principal que tenía nuestro padre era hacer vinos gastronómicos, ya que en Galicia nos gusta beber, pero sobre todo nos gusta comer", dice Borja. "Que los sumilleres de los mejores restaurantes del mundo elijan nuestras creaciones para acompañar los platos nos produce una satisfacción máxima. Era uno de nuestros grandes objetivos y después de haberlo conseguido no podemos aspirar a más".
Para François Lurton, el vino es más que una forma de vida, es una pasión que ha desarrollado profesionalmente de una manera que casi no tiene parangón en la industria vinícola europea. Representa a la quinta generación de los Lurton, una de las familias más influyentes de la viticultura en Burdeos, pero a François la tierra francesa por antonomasia del vino se le quedó pequeña y decidió volar. En 1988 creó su propia empresa junto a su hermano Jacques –que ahora dirige él solo– y a día de hoy posee importantes viñedos en cuatro países diferentes:argentina (Valle de Uco, Mendoza), Chile (Lolol,valle de Colchagua), Francia (Languedocrosellón) y España (Rueda y Toro, desde 2002). Su desembarco en nuestro país sin embargo se produjo antes, a principios de los 90. "Queríamos encontrar vinos blancos buenos en España, porque la percepción desde fuera era que se producían tintos excelentes, pero blancos mediocres", relata Lurton. Así, en 1992 él y su hermano alquilaron una bodega a Antonio Sanz, uno de los históricos bodegueros de Rueda, y fundaron Hermanos Lurton cerca del pueblo de La Seca (al sur de Valladolid) para comenzar a producir un sauvignon seco y aromático. Pero pronto descubrieron el verdejo y todo cambió: "Nos dimos cuenta de que el verdejo era maravilloso para fermentar en barrica, y que si lo dejábamos madurar algo más de lo que se estaba haciendo en Rueda, salía un vino excelente", explica Lurton. "Entonces casi nadie trabajaba el verdejo con esta vinificación, a baja temperatura, para crear un vino muy limpio y seco, igual que se trabaja el sauvignon. Así que se puede decir que nosotros empezamos una revolución en Rueda cuando llegamos ahí". Con la intención de darle un compañero tinto a su blanco, a partir de 1998 los hermanos comenzaron a vinificar antiguas viñas compradas en la D. O. vecina:toro. Más tarde, en 2002, compraron un terreno situado entre Rueda y Toro, en el municipio de Villafranca de Duero, y construyeron allí su bodega –El Albar Lurton– para producir los dos tipos de vino. En 2014 la vendió al grupo vitivinícola Torres por 3,8 millones, pero Lurton no estaba dispuesto a abandonar la región y el año pasado inauguró en La Seca, donde empezó todo, una nueva bodega –Campo Eliseo Rueda– junto a otros dos prestigiosos vignerons franceses, Michel y Dany Rolland.y el primer vino 100% elaborado ahí es el Campo Alegre 2016, que es, por supuesto, 100% verdejo. "Hemos invertido mucho, comprando una casa señorial del s. XVII, y contamos con la última tecnología para hacer el mejor vino de la zona y llevar de nuevo el verdejo a otro nivel", asegura.