EJEMPLO DE MADUREZ
De adolescente, jugaba a mezclar artes plásticas con herramientas digitales. De mayor, ha logrado convertir esa afición en su modo de vida.
• Nacido en 1987 en Villeneuve-sur-lot, al sureste de Francia, Mikael comenzó a volar a la tierna edad de 11 años. Fue su abuelo el que le llevó a tomar su primera clase en un aeródromo local y desde entonces se ha dedicado a batir récords de precocidad, convirtiéndose en el piloto de menor edad en volar para el equipo nacional de acrobacias de Francia. Ahora también es el más joven de los que compiten en la Master Class, la élite de la disciplina: "Si compito a este nivel quiere decir que he entrenado y desarrollado mi técnica para poder hacerlo. Mis competidores de mayor edad tienen las mismas cualidades que yo", afirma Brageot
Hoy goza de reconocimiento internacional, pero hubo una época en la que Ini Archibong (Pasadena, California, 1983) ni siquiera sabía que "crear objetos bellos y funcionales" podía llegar a convertirse en una forma de vida (tampoco era consciente de que esa actividad incluso tenía un nombre técnico: diseño de producto). Por entonces, cuando aún era un adolescente, Ini unió su pasión por las artes plásticas con programas para editar fotos o modelar en 3D. "Ahí conecté lo manual y lo digital, aprendizaje que me sirvió para convertirme en un buen diseñador", nos explica. Tan bueno como para ser nombrado Estudiante Americano de Diseño del Año (2010), como para trabajar con marcas como Herman Miller, L'oréal o Chrysler o como para responsabilizarse de los escaparates del Victoria & Albert Museum de Londres o de la Exposición Universal de Milán. Su último proyecto le ha unido al estudio español Moongata: tres lámparas de suelo y una mesa auxiliar inspiradas en las puestas de sol de Formentera. "Esta colección toca las emociones y es un bello escape de la aburrida realidad. Éste es el objetivo del buen diseño".