PLANETA POP Tony Futura, irreverencia en la era del like.
Los irreverentes diseños del creativo alemán Tony Futura se están convirtiendo en el nuevo pop art de la era del like.
Andy Warhol estaba en lo cierto cuando predijo que en el futuro todo el mundo tendría sus 15 minutos de fama. Internet y las redes sociales lo han hecho posible. Además, el mundo digital tiene un gran potencial para promover la competencia entre los artistas, y eso es lo que lo hace interesante". Tan interesante como que Tony Futura mencione precisamente al maestro del arte pop para describir su trabajo. Este creativo alemán ha forjado su visión de la cultura contemporánea en forma de iconos cargados de significado político y social, así como el estadounidense consagró en los años 60 el colorido retrato de Marilyn Monroe o las latas de sopa Campbell. Puede que su nombre no te suene, pero seguro que sí sus creaciones, pura pólvora viral: nacieron por y para Instagram.
"Cualquier cosa puede ser inspiración para mí: objetos, personas, series de televisión, algo que lea en internet o una charla de borrachera con un amigo. También he descubierto un montón de imágenes inspiradoras a través de la cultura popular", explica el autor para GQ. Los soldados de Iwo Jima levantando una valla publicitaria de Mcdonald's. Albert Einstein sacando la lengua para liarse un cigarrillo. Una figura de Lego haciendo malabares con sus propias cabezas. Tony Futura, que se gana la vida como diseñador publicitario a la vez que profundiza en su pasión autodidacta, desmonta la idea de que lo artístico tiene que nacer desde cero. "Lo pop representa lo que es famoso, lo que la gente conoce o aquello con lo que se identifica, y eso me da la oportunidad de desmontar sus expectativas y hacerles mirar en otra dirección".
Pero, ¿cómo se transformó aquel chico curioso en uno de los grandes genios del arte millennial? "Siempre me ha gustado pintar, pero cuando empecé a hacer grafitis a los 13 o 14 años descubrí que podía significar mucho más. Quería que los demás vieran lo que estaba creando. Entonces empecé a pensar en conceptos más creativos, en obras que pudieran transmitir un mensaje y una historia". Le preguntamos si aquello nació como un acto político, desde la voluntad de cambiar las cosas, y aparece un nombre clave en su obra, que secretamente esperábamos: "Bansky fue una gran inspiración cuando era más joven, y sus plantillas anticapitalistas me abrieron los ojos. Mis mayores influencias son artistas conceptuales; me mueven más las ideas detrás de los proyectos que la ejecución en sí".
Instagram se ha convertido en su lienzo ideal. "Es la red perfecta para mostrar mi trabajo y el proceso de llevarlo a cabo", asegura contundente, y nos cuenta además cuál fue la primera obra: "Un cono de helado, pero
sin helado y boca abajo. Estaba de moda publicar fotos de helados con fondos coloridos, y se me ocurrió hacer justo lo contrario". Esa irreverencia por mostrar el lado menos complaciente ha hecho de él un artista viral de interés incluso para Google, con quien ha colaborado en la campaña Limitless Me: "Me invitaron a participar en un show de arte para el que creé mi primera escultura, un lápiz enorme con la forma del símbolo de infinito, y me dieron mucho espacio para expresarme". Su trabajo también ha llegado a galerías de arte como la Guy Hepner, de Nueva York, y a ciudades como Berlín y Pekín.
Todavía hoy, cuando los críticos alaban la incisiva ironía de su obra, Tony Futura se muestra sorprendido y humilde. "No me considero una persona muy política. Claro que a veces uso referencias políticas e incluso mi punto de vista personal, pero me interesa más comenzar un debate que decirle a la gente lo que tiene que pensar", se sincera. "Trato de dar respuesta a lo que me preocupa de la vida y de este planeta, pero también he aprendido que hay millones de perspectivas sobre una sola cosa. Así que sé cool, sé amable, vive y deja vivir".