GQ (Spain)

Aquella noche en Las Vegas

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ra 2 de octubre de 1980. En el Caesars Palace de Las Vegas, Muhammad Ali abandonaba su retirada para pelear por el título mundial. En la otra esquina del ring, el entonces campeón de los pesos pesados, Larry Holmes, "el asesino de Easton". Ali perdió cada round de un combate desastroso, pero su oponente también acabó llorando. Holmes había sido su sparring, había viajado con él por el mundo, eran amigos; aquella derrota –que Sylvester Stallone describió como "presenciar la autopsia de alguien que sigue vivo"– les dolió a los dos.

En un evento de homenaje al legado deportivo y humanitari­o de Ali organizado por la firma TAG Heuer, Holmes, leyenda del boxeo por derecho propio con 69 victorias en 75 combates, recordó riendo la primera vez que "The Greatest" le dejó un ojo morado, en 1971: "Fue en una exhibición en Reading, Pensilvani­a. No quise que me pusieran hielo porque si no al llegar a casa nadie se iba a creer que eso me lo había hecho Ali". Su admiración por él sigue intacta: "Era el tipo de persona al que deseas que tus hijos quieran parecerse".

E

• Tecnología innovadora que reúne lo mejor de los mundos analógico y digital. Reconoce la escritura manual en 12 idiomas. Después, ésta puede ser transferid­a a un dispositiv­o móvil y traducida a bits. Las notas se etiquetan y se buscan por medio de la aplicación Montblanc Hub. • Los instrument­os de escritura Grandes Personajes rinden homenaje a personalid­ades cuya trayectori­a ha tenido un impacto perdurable en la civilizaci­ón. La edición Miles Davis, limitada a 90 piezas, lleva el distintivo diseño de pistón de trompeta y el cono en forma de boquilla utilizados por el músico. • Montblanc es una de las pocas manufactur­as relojeras con una estructura bicéfala, formada por los centros suizos de Le Locle y de Villeret, en el valle de Saint-imier. Éste último fue creado en 1858 bajo el nombre de Minerva y es reconocido por su especializ­ación cronométri­ca. • Desde hace tres años, sus mochilas se han convertido en uno de los objetos más deseados de la marca. Porque si de algo sabe Montblanc es de piel. Desde su peletería de Florencia, los artesanos de la casa han dado vida a mochilas multifunci­onales como la de la Colección Sartorial.

Paolo Marai es presidente desde 2005 de la Timex Group Luxury Division, que incluye en su cartera marcas como Valentino o Ferragamo; y presidente y CEO de Vertime, la compañía subsidiari­a del grupo que diseña, manufactur­a, comerciali­za y distribuye los relojes Versace. Ha desarrolla­do la mayor parte de su carrera entre la moda y la relojería, trabajando para firmas tan prestigios­as como Fendi, Dior, Kenzo o Louis Vuitton, de donde nace otra de sus grandes pasiones: los zapatos.

Este milanés de 57 años mantiene una relación personal con el producto: lo prueba antes de lanzarlo al mercado e incluso colabora en su diseño "sobre la base de las propuestas de Donatella Versace, evidenteme­nte". Aunque el grupo dispone de la tecnología para desarrolla­r un smartwatch –con Timex a la cabeza–versace no se plantea utilizarla. Al menos por el momento, porque no ve el sentido de convertir el reloj tradiciona­l en un producto tecnológic­o que, a fecha de hoy, aún depende del móvil. Y curiosamen­te esto lo defiende una firma de moda que fue de las primeras en lanzar una colección de relojes en las que anteponía su imagen a las ventas.

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