Del gin&tonic al Pink Gin Tonic
Tres dashes de bastan para convertir tu bebida de siempre en algo sofisticado. ¿Quieres estar inthemood?
No puede ser más sencillo. 50 ml de ginebra; 200 ml de tónica, y 3 dashes de Angostura. Mucho hielo y... voilà! Tu Pink Gin Tonic está listo para llevarte al lado más glamouroso de la vida. ¿Que no sabes qué es un dash? Atento. Angostura Aromatic Bitter, marca icónica y líder mundial indiscutible en la categoría de los cocktail bitters, se comercializa desde hace siglos (su fórmula magistral fue creada en 1824) en una botella cuyo dosificador es tan único, que tiene sus propias proporciones en la recetas de cócteles: toques, o dashes. Aproximadamente un 80% de los cócteles más clásicos y conocidos tienen entre sus ingredientes la magia de Angostura, la bebida aromatic bitter reconocible en todo el mundo por su etiqueta icónica y su tapón amarillo. Empieza a practicar el dashing.
l nariz Roja Dove está acostumbrado a elaborar fragancias personalizadas desde su taller de alta perfumería en Londres. Pero lo que nunca imaginó es que la legendaria destilería escocesa The Macallan crearía un whisky a medida sólo para él. "En realidad es para 250.000 personas", apunta, aludiendo al número de botellas que se han producido de esta edición limitada. Su relación con The Macallan, que se remonta a hace diez años, pudo empezar con mal pie. "Lo primero que les dije fue que odiaba el whisky con toda mi alma", recuerda. Dove desarrolló para ellos un kit en el que deconstruyó los aromas
Edel whisky, y en el proceso aprendió a apreciarlo y se sacudió prejuicios: "Por ejemplo, descubrí que puede ser cítrico y fresco".
Recientemente, le pidieron algo más ambicioso: "Vinieron con la idea de esta edition collection. La primera la hizo Bob Dalgarno, whisky maker de The Macallan; la segunda, los hermanos Roca, y para la tercera me querían a mí. Así que fui a Escocia, Bob desplegó un enorme surtido de whiskies para que los oliera y seleccioné los aromas y sabores que me gustaría que tuviera el mío". Tras interpretar sus deseos, Dalgarno eligió seis barricas, y con la combinación de ellas dio forma a esta 'Edición Nº 3', que Dove describe así: "Tiene una apertura cítrica muy inusual. Después hay vainilla y un sabor acaramelado ultrasuave, que se equilibra con naranja amarga. Cierra con un toque picante y una nota cerúlea de manzana". Su colaboración demuestra que una barrica de roble y un frasco de perfume no son recipientes tan alejados como podríamos suponer. "Es más –concluye Dove–; en América he conocido a varios expertos en whisky que lo usan a modo de colonia". "Mucha gente me ha dicho que es muy Macallan, pero que no se parece a ningún otro que hayan probado", dice Roja Dove de su Edición nº 3, el whisky que ha creado junto a Bob Dalgarno. Un single malt con notas de vainilla, roble, flores y pastel de frutas, que ya está a la venta.
los 23 años probó su primera copa de champán. Entonces no podía adivinar que estaba poniendo los cimientos de su futura relación con el grupo LVMH. "Me encontraba en una boda en mi pueblo. Apenas era un crío, pero tenía que probar ese líquido burbujeante y… ¿adivinas qué? Lo que tenía delante era mi primer Möet & Chandon". Fruto del azar o del destino, Amine Ghanem comenzó a cultivarse en el arte de la enología. Original de Líbano, se tituló como ingeniero agrónomo en Beirut y, tras estudiar un máster en la prestigiosa Universidad de Reims ChampagneArdenne, la vida le reunió de nuevo con la firma francesa. "Llevo trabajando con ellos desde septiembre de 2016. He tenido el placer de ser uno de los diez enólogos que ayudan a Benoît Gouez, el laureado chef de cave, a enaltecer la herencia de la firma". Uno de los productos estrella de dicha herencia es la colección Grand Vintage. Ghanem cuenta que, para elaborar su última edición –Grand Vintage 2009– la bodega ha mezclado 200 caldos superiores de 200 pagos diferentes de la región de Champaña. Una complicada alquimia que tiene como objetivo congelar en el tiempo el sabor de uno de los mejores vinos del mundo. Prueba, nuevamente, más que superada.
A
ecía Giuseppe Verdi que "el café es un bálsamo para el corazón y el espíritu". En los últimos años se ha tornado también en un placer para los sentidos. Disfrutar del buen café es ya, afortunadamente, un ritual similar a apreciar un buen vino. Y lo mejor es que convertirse en sumiller (mejor dicho, barista) está a tiro de cápsula. El aroma y sabor de un Grand Cru en tu cafetera es capaz de trasladarte en un santiamén desde tu cocina, cubículo o despacho a lugares francamente más interesantes. La colección Explorations de Nespresso, por ejemplo, cuenta con variedades procedentes de remotos terroirs en los que se cultiva el café más especial y codiciado del mundo. Ahora mismo puedes encontrar cápsulas de Ethiopia Yirgacheffe, considerado un tesoro en el mundo cafetero: ofrece un café tostado, ligeramente aterciopelado, con notas florales blancas y aromas de azahar y nueces; o de Colombia Aguadas, con un periodo de fermentación más prolongado y que arroja notas de manzanas confitadas. Hablando de sabores singulares, puedes descubrir también cómo combina el del regaliz con el cafelito mañanero en las cápsulas Variations Licorice Confetto; el de la peladura de naranja con un toque de chocolate en las Orangette Confetto y el del coco y la vainilla en las Confetto Snowball. ¡Más café!
D
He aquí dos hombres (muy) interesantes que no se muerden la lengua y que tienen mucho en común. Iggy Pop (70 años) y Anthony Bourdain (61) están en ese periodo de la vida que algunos llaman la tercera edad, pero conservan un cuerpo que envidiarían muchos treintañeros (a pesar de los innumerables excesos de juventud cometidos por ambos) y la vena creativa intacta. El antiguo líder de The Stooges sigue haciendo giras y sacando discos aclamados en todo el mundo (el último, Post Pop Depression). Por su parte, Bourdain continúa escribiendo libros (el más reciente, Appetites, coescrito con Laurie Woolever y publicado en España por Planeta Gastro, 2017) y coleccionando Emmys con su programa de gastronomía/política internacional, Parts Unknown, emitido por la CNN. GQ los convoca en el "escondite" de Iggy Pop en Miami –allí donde reposa el guerrero y nacen las canciones– para que mantengan la conversación más estimulante que vas a tener la oportunidad de leer en todo el mes (o en todo el año).
La necesidad de buscar la satisfacción constante me despierta mucha curiosidad ¿Tú sigues haciendo giras, no?
Sí, de hecho empiezo una mañana. Acabas de sacar uno de los álbumes mejor recibidos de tu carrera y de terminar una gira que a mí me ha parecido triunfal, y estás a punto de echarte otra vez a la carretera. ¿Vas a estar hambriento siempre?
Tengo momentos de satisfacción profesional, pero cuando atravieso la frontera del condado todo lo dejo atrás. Para mí no significa nada, más allá de resolverme un problema. El problema al que me refiero es la lucha que he mantenido durante años: primero para demostrar que tenía talento, luego para desarrollar mis habilidades y finalmente para verlas realizadas. Y, una vez que lo conseguí, pensé: "Vale, lo he hecho, pero ahora quiero ser feliz". Ésa es una meta completamente diferente. Es como un baile. Mantenerse activo ayuda. Ahora ya tengo 70, así que de vez en cuando una vocecilla me dice: "Tómatelo con calma". ¿Eres capaz de tomártelo con calma? Me preocupa un poco. Hubo un tiempo en el que quería dejar atrás el mundo occidental. Me marché a la isla de Granada y me puse a buscar casa, pero me di cuenta de que si vivía ahí me iba a convertir en un don nadie. Iba a necesitar guardaespaldas, armas y dinero para integrarme en la comunidad local. En caso contrario, me hubiera convertido en uno de esos vejestorios gordos que no dejan de comer y beber hasta llegar a la muerte. No es un porvenir muy atractivo.
No. Así que he tomado la decisión consciente de acortar un poco mi vida. No quiero sentarme a esperar a tener 90.
Hay algo que nos diferencia. Una vez te pregunté qué es lo que te produce satisfacción, y me dijiste que cuando un extraño se te acerca por la calle y te cuenta lo mucho que tu música significa para él y lo importante que eres en su vida. Esto me sorprende mucho. Yo tengo problemas para encontrar la satisfacción. Cuando acabo un libro, me quedo con sensación de pérdida y de tristeza. ¿Es posible para ti ser feliz durante un largo periodo de tiempo?
Bueno, no estoy feliz permanentemente. Sí alcanzo momentos de felicidad personal. En otras palabras, no me produce especial felicidad escuchar todo el rato: "Tío, tu vida debe de ser genial". Aunque cada vez que lo escuche me haga pensar en ello y entiendo que se tenga ese concepto. Otra vocecilla me dice: "La razón por la que puedes disfrutar de tu vida ahora mismo es porque has triunfado en el rock y la gente te está dando cosas gratis todo el tiempo. Tío, ¡eres un consentido!". Pero has pagado el precio… He pagado el precio. Te vi en la última gira, la de Post Pop Depression, en el concierto de Nueva York, y te he visto en directo muchas veces a lo largo de los años. Aquella noche la sala derrochaba amor. ¿Cómo te hizo sentir?
Me hizo sentir muy bien y relajado. He dado muchos conciertos en Nueva York desde... ¿1969? He vuelto una y otra vez, llamando a la puerta. Puedo decir que aquella noche el sentimiento era muy molón.
Me di cuenta de otra cosa: cuando saltas del escenario al público, siempre miras dónde está el tipo más grande.
¡Sí! La mejor zona es donde todo el mundo está agolpado y nadie se puede mover. Pero si no la encuentras, lo mejor es buscar el objetivo más grande. Y el que esté más alejado del suelo, porque eso es lo que quieres evitar. Alguna vez pasa, me ves con las botas hacia arriba y la cabeza colgando casi a ras de suelo. Eso es peligroso para la espina dorsal. Puede pasarte algo malo cuando te incorporas. Alguna vez ha estado a punto de ocurrir.
No es una de las técnicas básicas que te enseñan en la escuela del rock and roll.