L A S

na silla es mucho más que un asiento. Es un mueble que recoge tu cuerpo en poco espacio, aunque detrás haya diseño, materiales, ingeniería, tecnología y, sobre todo, imaginación. Es ese objeto donde uno descansa. Porque puedes amar una mesa o una cama, pero una silla adopta como ningún otro mueble la dimensión humana: sirve para sentarse, pero también es una seña de identidad. El siglo XX fue el siglo de oro de estas piezas de mobiliario, cuando el mundo despertó al consumo e impulsó a los mejores diseñadores del momento a aprovechar el desafío creativo de reinventar la humilde silla. Muchos de ellos fueron arquitectos, otros ingenieros, pero todos los que están en esta lista aterrizaron sus sueños en nuestros salones o nuestras cocinas. El arte entró por la puerta y se hizo cotidiano. Y estas sillas son como pequeños edificios que muestran el equilibrio perfecto entre una idea y la restricción pragmática, y es por eso que crearlos atrae a los grandes diseñadores como a un músico hacer una nueva canción. Esta lista también refleja la longevidad de los sueños, porque estas doce sillas han resistido la prueba del tiempo. No sólo funcionan, sino que lucen tan bien ahora como cuando se presentaron por primera vez. Así que, ahora, lo mejor es sentarse y disfrutar.

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