Desmontando el Arona
El color de un coche o el confort de los asientos puede ser tan crítico como sus prestaciones a la hora de explicar una decisión de compra.así se pergeñó el diseño y la oferta de personalización del nuevo SEAT Arona.
Según nos desvelan las encuestas, el diseño es uno de los tres puntos que más influyen en la decisión de compra de un coche. Dar en el clavo con sus líneas maestras no es fácil, pero menos aún lo es acertar en la oferta de colores, tejidos y demás materiales. Sobre todo, teniendo en cuenta que las elecciones se toman tres años antes de que el automóvil llegue al consumidor. En el caso de productos como el Arona, que por fuerza han de exudar frescura y modernidad, tal proceso de selección es aún más crítico. El nuevo SUV urbano de SEAT, a medio camino entre un Ibiza y un Ateca, ha de gustar a un perfil de conductor muy variado y cada vez más exigente. Y lo hace con nota.
5Toca poner a prueba el tono elegido. En un pequeño taller se pintan a mano varias piezas, por lo general los guardabarros o parachoques, para comprobar qué tal le queda la pintura al diseño del coche. Si se decide seguir adelante con él, el proceso fabril del nuevo color durará unos 18 meses. de carrocería y techo. Algo aparentemente tan sencillo implica que cada vehículo pase dos veces por la línea de pintado. En el área de desenmascarado se comprueba que la unión de los dos tonos es perfecta y no presenta imperfecciones.