GQ (Spain)

La hora del falso amor

El auge de las inteligenc­ias artificial­es está cambiando (y mucho) nuestra manera de ligar, pero también nuestra privacidad y nuestra imagen.

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Ojalá me dejasen llamar a esta columna "Algo horrible ha pasado en internet", porque siempre acertaría. Este mes, por ejemplo, yo venía a hablaros de amor, pero voy a tener que hablar de porno virtual. Mi idea era profundiza­r en las apps de... ¿ligue?, ¿citas? ¿Tiene sentido seguir usando esas palabras? De Tinder y compañía: 1.400 millones de swipes diarios, una media semanal de 79 minutos ellas y 86 minutos ellos, etcétera. Y de los primeros estudios que, tras cinco años y medio de Tinder, están analizando cómo hemos cambiado como sociedad. No porque conocer a nuestra pareja vía online ya no se vea extraño –ya estábamos ahí– sino por el cambio social: hasta la llegada de internet, la mayor parte de las parejas se creaban en círculos muy cercanos. Amigos de la familia, amigos de amigos, amigos de compañeros de trabajo. Un mundo muy pequeño y limitado, la razón por la que el principal motor de las comedias románticas es el mismo que el de las pelis de terror con psicópata: dos extraños se cruzan en la noche, que siempre es como más romántico que conocer a la sobrina de la vecina (la historia de amor canónica de Spider-man y Mary Jane Watson, por ejemplo). Ahora, cada vez que dos personas hacen match y deciden hablarse, están empezando casi siempre desde cero. No sólo es bonito, también es bueno para las personas –ajá, ¡tienes que empezar conversaci­ones sin colchones comunes!– y para las sociedades: la distancia social se reduce y vamos hacia un mundo más mixto. Que no lo digo yo, lo dice el MIT.

También quería usar Tinder para contar cómo las Stories de Instagram se están convirtien­do en una inesperada herramient­a de arrejuntar­se –o intentarlo–. Instagram tiene 800 millones de usuarios activos, 16 veces más que Tinder y el jijiji de los mensajes privados al reaccionar a las Stories está desarrolla­ndo un nuevo lenguaje, muy visual, a la hora de buscar el elusivo amor: ligar con pequeños trozos de nuestra vida, emojis, filtros animados, realidades aumentadas, en pequeñas cápsulas perecedera­s.

Pero Instagram ha puesto en marcha una nueva función que, si no tienes muchos escrúpulos, ya habrás detectado: avisar a sus usuarios de quién y cuándo saca una captura de pantalla de sus Stories con fecha de caducidad. Es una buena medida, más disuasoria que deshabilit­ar la captura: es "eh, mira, le voy a decir a esta persona lo que has hecho". Es un primer paso para regular nuestra privacidad y nuestra imagen, ahora que está completame­nte fuera de control. Y no exagero: algo horrible ha pasado en internet. El auge de las inteligenc­ias artificial­es capaces de aprender solas ha llevado a la aparición de un nuevo género de porno, bautizado con el nombre del usuario de Reddit que lo puso en marcha: deep fakes. "Falsificac­iones profundas". La evolución del fake, donde cualquiera con Photoshop y un poco de maña podía insertar el rostro de una persona en una imagen pornográfi­ca. Ahora, ya no son sólo fotos.

Cualquiera, con un par de programita­s, un puñado de fotos de la persona a falsear y un vídeo porno preexisten­te, puede crear pequeñas piezas en las que se origina una especie de porno virtual falso con el rostro –convincent­emente animado– de Gal Gadot o Emma Watson. Es horrible. Es tan horrible, por lo que implica, que Reddit ha tenido que vetar comunidade­s enteras y hasta Pornhub, el mayor sitio web de pornografí­a online gratuita, ha tenido que prohibir que esos vídeos se alojen en sus servidores, porque "no hay consentimi­ento". Evidenteme­nte, las celebs no han dado su permiso para que pongan una recreación de su cara sobre una actriz porno. Pero es que las implicacio­nes son bastante peores. Porque las famosas todavía tienen un ejército de abogados. Pero la idea de, a base de capturas de pantalla y stalkeos, crear marranadas convincent­es con cualquier persona es una de las mayores cajas de Pandora que hemos abierto. El problema de las IA, al final, no es que Skynet nos mate: es que nos convierta en porno.

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'DEEP FAKES' La aplicación que permite poner la cara de un famoso en vídeos porno ha sido prohibida por Reddit, Pornhub y Twitter. Las celebs están que trinan.
 ??  ?? 'MATCH POINT' En cinco años y medio,tinder ha analizado cómo hemos cambiado. De enamorarno­s de la vecina a tener un rollo a ciegas con cualquiera.
'MATCH POINT' En cinco años y medio,tinder ha analizado cómo hemos cambiado. De enamorarno­s de la vecina a tener un rollo a ciegas con cualquiera.
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