Hoy, la Deep Web
Un estado soberano oculto dentro de la internet nuestra de cada día.
Se parece mucho a la tienda ecológica de tu barrio: todo el mundo ha oído hablar de ella, pero nadie ha entrado en realidad. Para eso necesitas un navegador especial (el más popular se llama TOR) y una serie de conocimientos también especiales, pues la Deep Web fue creada para que sus contenidos, a diferencia de los de la internet superficial, nunca fuesen indexados. Nada de motores de búsqueda, pero tampoco constancia alguna de direcciones IP: quien accede a la web oscura lo hace bajo la garantía de anonimato total, así que ya sabes de dónde surgen todas esas historias acerca de un mercado negro teóricamente irrastreable para Google o Yahoo! También estamos ante el combustible perfecto para las teorías de la conspiración, ya que hay quien sostiene que a los gobiernos les interesa este universo paralelo no regulado tanto como a los narcotraficantes. Si la web profunda no existiera, tendríamos que inventarla: saber que ahí fuera queda aún territorio sin cartografiar le devuelve al mundo algo de la magia y el misterio de antaño.
ES NORMAL SENTIRSE FASCINADO POR LA CARA OCULTA DEL CIBERESPACIO, CUYOS RUMORES RECUERDAN A LAS LEYENDAS DEL SALVAJE OESTE.